Palabras que Van Más allá

“Y con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas.” (Hechos 2:40,41)

No damos testimonio cuando hablamos de los demás o de una historia que ocurrió en el pasado, sino cuando vivimos aquella palabra y obtenemos virtudes para aplicarlas en nuestra vida.

Pedro daba testimonio de su propia vida y exhortaba.

Pero, ¿por qué exhortaba?

Porque Pedro vivió dramas, inherentes a su fe religiosa. Y con esa autoridad de persuadir a los oyentes, él hablaba, ya que era inevitable actuar normalmente en contra de una adversidad que tanto lo aprisionó. Es en función de esto que decía: Sed salvos de esta perversa generación.

Yo sé de lo que Pedro hablaba, porque me identifico exactamente con él y con su forma de trabajar.

No se puede permanecer en silencio, mientras que las almas están siendo arrancadas delante de nuestros ojos. Hay que hacer algo.

Entonces… Aquellos que aceptaron la palabra, fueron bautizados.

Esto quiere decir que existen aquellos que no aceptaron. Y sus vidas se quedan estancadas.

Pero con los que aceptan… el Reino de Dios y su obra aumenta.
Porque de la misma forma que existe un impacto en sus vidas, causan el mismo impacto en la vida de los demás.

Las palabras de aquellos que experimentaron vida y transformación, son diferentes e impactantes. Causan una revolución, como ocurrió otrora.

Y tus palabras, ¿son de “creyente”? ¿Una repetición de lo que has oído?

Voy a ser muy sincera: Existen creyentes y cristianos.

Los cristianos, que realmente siguen al Señor Jesús y están vigilando, tienen siempre novedades. Tienen un espíritu nuevo y renovador.

Pero los creyentes… llegan a provocar náuseas. No motivan a oírlos, porque transmiten algo extremamente aburrido y sin vida. Es un discurso “cuadrado”, que no revela visión o novedad.
Es una triste realidad.

Yo te pregunto: ¿Cómo han sido tus palabras? ¿Van donde nadie llega o son “siempre iguales”?