Obrera y la amistad que influye
- 21
- Ago
- 2014
Sabes aquel dicho: “¿Dime con quién andas y te diré quién eres…?”
Son muchos los dichos populares, y muchos sin sentido, pero este refleja la verdad.
Conocí a una obrera que era una sierva excelente, muy entregada en su vida con Dios, siempre dispuesta a hacer cualquier cosa. Pero con el tiempo, empecé a notar una cierta distancia por su parte y su entrega en la obra de Dios, comenzó a enfriarse. Ya no evangelizaba de la misma forma, sus palabras eran débiles y sin expresión, ya no tenía tiempo para atender, y siempre llegaba muy tarde a las reuniones. No fueron pocas las veces que la alerté y pregunté si le pasaba algo, porque la notaba realmente “apagada».
Hasta que con el tiempo se acercó a mí, y me dijo lo que estaba sucediendo: se dejó llevar por las amistades de su trabajo. Y, ¿por qué? Porque siendo muy joven, tenía más facilidad para ser influenciada. Obviamente, esto no significa que la edad es la principal causa de tal influencia, porque sabemos que lo que realmente afecta de manera negativa tiene que ver con personas que no están en el mismo espíritu. Aquí está el gran peligro.
Estaba totalmente involucrada con estas amistades, hasta el punto de comenzar a perder el temor a Dios. Pero, lo peor de todo es que su salvación también estaba en juego.
Sin embargo, ella hizo algo muy importante, que era cortar esto de raíz. Esto sucedió en el momento en que llegó a pedir ayuda, reconociendo su condición y porque fue radical en relación con esas amistades, dejó de estar cerca de ellas y de relacionarse con ellas.
Desafortunadamente, lo que vemos con frecuencia, no es el caso de esta obrera, regenerada por su entrega, es totalmente al revés, acaban contaminándose por entero.
Si estás viviendo un caso similar; si eres aquella obrera que no corta el mal por la raíz, que no vigila el tipo de amistades y las conversaciones que alimentas en ese medio , debes saber que estás a punto de perder tu vida eterna y, lo peor de todo, ¡a cambio de «nada»!
Jesús dijo: «no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.” (Mateo 15:11)
Me gustaría saber si has vivido algo similar a lo que relaté en este artículo, o si ya presenciaste una situación como ésta.
Deja tu comentario
Hilda
18 enero, 2018 a 14:2
Concuerdo totalmente con este artículo. Por eso aprendí a seleccionar las personas que me rodean.
Y está palabra es tan real; Jesús dijo: “no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.” (Mateo 15:11)
valeria
22 octubre, 2014 a 17:2
yo pase algo similar pero al revés,yo no espere que ellos me influencien,sino que yo misma me aleje,ahora también presencie una obrera que se dejo llevar por sus amigos,ella era también una obrera activa dentro de la obra,pero nada le garantizo que hoy este fuera de nuestro medio.
johanna gonzalez
21 octubre, 2014 a 22:2
pues ya yo he pasado por este error también… pues me mezcle con las amistades de este mundo cuando ya había conocido la verdad y estaba comenzando en la fe con Dios llegue a enfriarme y estaba ya apunto de salir por completo de la iglesia mas su misericordia es infinita y me hizo abrir los ojos y cortar esa raíz por entero y pude volver a renovarme y de ahí aprendí a no ser amiga ni mezclarme con nada que forma parte del mundo.
rosario
17 octubre, 2014 a 3:2
Muy fuerte… es muy cierto siempre hay que vigilar y cuidar mas sobre todas las cosas nuestra salvacion!
Evelyn Giselle
13 octubre, 2014 a 23:2
Hola Sra si es muy cierto ya me ha pasado de juntarme con una obrera y ella no tenia el mismo espiritu que yo, estaba con malicia sin querer ayuda de nadie y trataba de apoco querer convencernos de que su pensamiento era bueno hasta en ciertas actitudes yo estaba haciendo lo que ella hacia, hasta que Dios hablo conmigo ya estaba mal espiritualmente y necesitaba ayuda y lo primero que me vino a la mente era que corte definitivamente esa amistad. Gracias a Dios y a mi entrega hacia el pude seguir adelante.
laura melissa ibarra
11 octubre, 2014 a 17:2
“no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre.” (Mateo 15:11)
siempre tenemos que estar vigilante para no involucrarnos con las cosas de este mucho siempre debemos estar bien alerta. tenemos que vigilar para no caer. y estar siempre en comunión con Dios.