Obrera Sedienta….

Viviane Freitas

  • 15
  • May
  • 2014

Obrera Sedienta….

  • 15
  • May
  • 2014

Un artículo más hablando de las bienaventuranzas, que son una revelación del propio Dios, directamente para sus siervas.

Ya hemos abordado tres, y hoy, evidenciaremos una más, con la expectativa, sinceramente, de que cada obrera tenga la conciencia de la riqueza que existe en cada enseñanza, pero sobre todo en la importancia de ponerlos en práctica.

Es muy sencillo poseer apenas conocimientos. En realidad, muchos están llenos de palabras bonitas y de hermosas predicaciones; hasta estás de acuerdo y las ves muy importantes, pero el problema es que no las vives en tu día a día, ni la aplicas en tu vida.

Es muy importante que quede bien claro: ¿Cuál es el beneficio de saber que el ejercicio físico hace bien a la salud… y no practicarlo? ¿De qué sirve saber que una alimentación correcta es la forma más eficaz de mantenerse saludable, si los hábitos alimenticios son pésimos?

¿Te das cuenta ahora? No sirven de nada las palabras, si no hay entrega, sacrificio. Y eso es algo que sólo tú puedes hacer por ti misma. Nadie puede ejercitarse en tu lugar, así como nadie puede alimentarse de manera adecuada por ti, si tu no lo haces. Lo mismo sucede con el uso de la fe, en el cual nadie puede reaccionar por ti… es algo que te compete, única y exclusivamente a ti.

Hoy , la bienaventuranza es sobre los que tienen hambre y sed de justicia, por que serán saciados (Mt 5:6).

¿Qué justicia es esta?

Generalmente, cuando se habla de justicia, lo que viene de inmediato a la mente es la injusticia. Tristemente, no son pocas las obreras que nutriendo dentro de ellas, ese supuesto sentimiento de «injusticia». Y esto ocurre cuando se ven incomprendidas, mal interpretadas… cuando se les llama la atención sin una razón aparente. Su «hambre» y «sed» es en favor de su egoísmo; para no quedar mal vistas; en querer ver sus problemas y dilemas resueltos.

Esta Justicia es algo muy profundo y que no esta ligada al exterior.

Es tener hambre y sed de ver a Dios en su vida;

Es tener hambre y y sed de agradar a Dios por encima de la propia voluntad;

Es tener hambre y sed de vivir solamente por su fe;

Es tener hambre y sed de ser sensible al llamado de Dios;

Es tener hambre y sed de Glorificar a Dios con su propia vida, siendo justa en su procedimiento;

Es tener hambre y sed de poseer, en su vivir, la Dirección e inspiración de Dios para dar a los afligidos;

¡Estos si, serán saciados!

Infelizmente, muchos naufragaron en la fe, por que tuvieron hambre y sed de una «justicia, justiciera» y no supieron esperar en Dios y aprovechar las dificultades para hacerse más fuertes,

Delante de lo que has observado en el artículo de hoy, te pregunto: ¿Ya habías examinado esta bienaventuranza, en esta perspectiva?

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

1 comentário

  1. Hambre y sed… de justicia, siempre volcada a la solucion de problemas fisicos, dificilmente volcada a la solucion del problema interior (espiritual) el cual nos hara encontrar la justicia verdadera

    Ver más