Obrera mansa

Viviane Freitas

  • 8
  • May
  • 2014

Obrera mansa

  • 8
  • May
  • 2014

«Bienaventurados los mansos, por que heredaran la tierra» (Mt. 5:5)

Pero, ¿quiénes son estos mansos? ¿Se trata de aquellos que son apenas sosegados, lentos, quietos, callados?

¡No! Esa definición es mucho más profunda, en el sentido espiritual.

Acuérdate que las palabras del Señor Jesús no son palabras dichas por decir, ni tampoco para masajear el ego de nadie. Es cierto que Él nos incentiva, nos da coraje, nos consuela, nos consuela, nos conforta y hace todo para levantarnos. Pero, efectivamente, es más que eso, Él nos revela la verdad en lo que a nosotros respecta. Es solo usar nuestra inteligencia: ¿De qué sirven palabras motivadoras, o tener coraje, si no somos libres por dentro? Esa es la razón por que muchas, incluso obreras, avanzan durante un tiempo, pero después se enfrían, se estancan. Todo por que no vigilan su interior, no cuidan de lo más importante.

Las bienaventuranzas no son nada más que enseñanzas para transformar nuestro modo de vida. La verdad, ese es el secreto de la verdadera felicidad. Si quieres ser feliz y con éxito, entonces, vive las bienaventuranzas.

En el artículo de hoy, vamos a abordar, como ya has observado, que es ser mansa, fruto del Espíritu Santo.

Me gustaría que reparases que los mansos heredan la tierra, o sea, donde la planta de tus pies pisan, ahí hay conquista. ¿Y por qué? Por que son equilibrados, de temperamento moldeable, son flexibles y sobretodo seguros de si mismos. Entonces, donde vayan, tienen buenas relaciones.

Abajo, voy a colocar, por puntos, lo que es ser una obrera mansa y que hereda en el lugar donde esta, que en el fondo, es la tierra.

· En la obra de Dios, ella tiene bunas relaciones con sus compañeras, con el pueblo, con el pastor, por que en ella hay sensibilidad para oír y para reaccionar en el momento cierto;

· En su trabajo, ella es una persona de fácil acceso, siempre bien dispuesta, con actitudes serenas y de postura mansa. No reclama y no vive con mala cara. Es sierva fiel;

· En la escuela, sabe su lugar. No se mete en juegos sin sentido, pero tampoco es un «bicho raro». Es simpática, tranquila, pero mucho más segura en sus elecciones.

· En casa, es un ejemplo para su marido, o para sus padres, por que hay disposición para corregirse cuando es necesario. Tiene un comportamiento digno de respeto, sin cualquier imposición;

· Delante de los problemas, dificultades, en su interior confía en la justicia Divina. Y es en esos momentos que queda probado en quien ha creído, de hecho y de verdad.

Me gustaría ahora que, delante de lo que fue expuesto, hicieses un auto-análisis, y averiguases si has sido una persona mansa.

Deja tu comentario y dime lo que piensas sobre el artículo de hoy.

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7 comentários

  1. Es cierto la palabra va mucho mas allá de lo que ante muchos parece ser. Si alguna de nosotras no tiene estas características deberíamos de empezar a buscar la manera de como adquirirlas para nosotras ser esa obrera mansa que agrada a Dios

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