Obrera : ¿Cómo reaccionas delante de un rechazo?

Nadie está libre de ser rechazado.

Pero para quienes son de Dios, el rechazo solo sirve para mostrar algo que tenemos que cambiar.

Si estoy en la fe, viviendo en el Espíritu todo el tiempo, jamás me dejaré dominar por los sentimientos de rechazo.

Lo mismo ocurrió con José, de quien vamos a hablar hoy.

José: ¡Rechazó el rechazo!

» … el Señor estaba con él y que el Señor hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía… y sobre todo lo que poseía, el Señor bendijo la casa del egipcio..” (Génesis 39:1-6)

Actitud espiritual

• Él rechazo no lo marcó negativamente;

• No dejó de avanzar y, en todo lugar, «prosperaba»;

• Los recuerdos del pasado no lo bloqueaban, porque tenía un objetivo: Agradar a Dios;

• Nunca corrompió sus pensamientos y mantuvo puro su corazón;

• ¡Sabía bien lo que quería! Era definido, despojado de todo en la vida;

• No consideraba la posición, su seguridad;

• No se preocupó en perder el «status». Permaneció hasta el fin, siendo fiel;

• Aparentemente fue perjudicado, cuando le llevaron a prisión. Pero ¡su alma era libre!

Jesús fue rechazado y no por eso perdió Su valor, por lo contrario, venció todo, incluso la muerte, rescatando nuestra alma, y dándonos el poder sobre todas las cosas.

El rechazo, cuando es visto con ojos espirituales, provoca actitudes positivas, teniendo el poder de transformar totalmente la vida de alguien, como sucedió con José.

Rechazo, para los nacidos del Espíritu, ¡debe hacer una diferencia entre antes y después!

¿Y tú, Obrera, cómo has reaccionado delante de un rechazo?

¿Has aceptado ser dominada por los sentimientos, o has rechazado los mismos?

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