Objetivos & Ambición

Para que entiendas lo que es una ambición santa, voy a hablar un poco sobre a mi.

En el año 2012, me dediqué mucho a la lectura y escritura. Escribía mucho, y fue muy bueno, pero en el 2013, no escribía tanto como el año anterior, por que ese año estaba a la «caza» del cumplimiento de todo lo que había leído.

A veces mi «caza» duraba un mes, de apenas un versículo, por que pretendía ver el cumplimiento de lo que estaba escrito.

¡Tenía una ambición por las respuestas y los resultados!

No me quedaba apenas «maravillada» sintiendo que era lindo lo que Dios había hablado conmigo, y punto. ¡No! ¡Yo quería ver que aconteciese!

Y el 2013 comenzó así. Entré en acción, en búsqueda de respuestas concretas.

Dentro de mí, había una meta, un objetivo, y no necesitaba que nadie me dijese nada, mi ambición de ver que el objetivo fuese real, me daba fuerzas para crear novedades, que revolucionaban tanto a mi, como a quien me rodeaba.

Entiendes: Lo que aconteció conmigo, es lo que me hizo generar en mi esa renovación, ¡Fue justamente la ambición que tengo!

De repente, tu piensas que todo lo que hago es por a causa de ser esposa de obispo, o por tener un blog, etc. y miras para ti, que no tienes nada de eso, y comienzas a compararte. Entonces crees que nunca conseguirás revolucionar tu propia vida. Pero debes saber que cuando hay ambición dentro de ti, ¡hay una acción evidente!. Es algo natural.

Vuestras experiencias con Dios no se resumen apenas en palabras, ¡sino en resultados; en hechos, de verdad!

¡Cuando se tiene ambición, hay acción!

Lo que veo es que la mujer se queda mucho más conforme que el hombre. Pero cuando hay ambición ella va hasta el fin; ella «caza». No espera por nadie.

¿Te acuerdas de la ambición que tuvo Moisés? Él arriesgó su propia vida, cuando mató a aquel egipcio.

¿Cuál es el motivo por el cual Dios no escogió a uno de los hijos de Israel que estaban clamando?

Por que no es suficiente apenas hablar con Dios. ¡Tenemos que actuar! En realidad, lo que diferenció a Moisés del resto del pueblo de Israel, ¡fue su ambición!

Quien tiene ambición no se queda estancada, al contrario, actúa y reacciona contra la situación.

Por más que la persona reciba un «no», ella no desiste, por que la ambición quema dentro de su pecho.

¿Quedó claro?

En el próximo post voy a hablar sobre las cualidades de quien tiene esa ambición santa.

Deja tu comentario sobre este asunto y cuéntanos que piensas.