Aquello que yo no puedo

Viviane Freitas

  • 5
  • Abr
  • 2014

Aquello que yo no puedo

  • 5
  • Abr
  • 2014

Es en los momentos de la vida más difíciles cuando podemos observar si realmente estamos listas para hacer todo aquello que Dios nos pide. Lo que para mi puede ser fácil, para ti puede ser difícil, y viceversa.


Nadie es igual que nadie, pero una cosa es cierta, todas somos especiales para Dios.

Dios no piensa como los hombres, los pensamientos de Él son mayores que los nuestros, todo el mundo sabe eso, pero cuando tenemos que practicar Sus pensamientos, vemos lo pequeñitos que somos, pero no somos derrotados.

Dios nos llamó a la libertad, entonces, por qué muchas de nosotras nos limitamos, pensamos “esto puedo hacerlo”, “aquello no puedo”, o “creo que no voy a intentarlo porque no voy a conseguirlo”.

“Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor…”
Romanos 8:15

Con certeza, estos pensamientos no agradan a Dios, porque sin la fe en Él no puedo agradar a Dios. ¿Y ahora? ¿Qué voy a hacer con esta información? Sólo hay una cosa que hacer, confiar en Él totalmente y ponernos en acción.

Estas fueron las conclusiones que pasaron por mi cabeza cuando me fue pedido hacer un viaje a Ecuador en Marzo, para participar de la reunión mensual de Godllywood.

Sinceramente, cuando me hablaron de este viaje me quedé preocupada, porque tendría que viajar sola, no eran pocas horas de vuelo, en total fueron 4 vuelos, a un país que no conocía. Mi marido tuvo que quedarse solo, sentimientos, sentimientos, sentimientos,…

Se acostumbra a decir que en los momentos de “miedo” es cuando sabemos si somos corajosos o no. Pues bien, en esta experiencia que tuve con Dios pude ver que soy fuerte y corajosa, porque obedecí.

Al principio no lo comprendía, pero en el fondo, Dios tenía un plan, Él siempre tiene un plan, por lo menos en la vida de aquellos que se disponen a practicar sea lo que sea que les pida.

Para comprenderlo mejor, yo hace años le pido a Dios: “Señor, quiero ser una mujer fuerte y corajosa, ayúdame a serlo”. Sinceramente, yo siempre pensé que no lo era. Pero con este viaje, Él me mostró que lo soy, que no existe nada que no pueda hacer. Yo siempre me limitaba. Si queremos ser usadas por Dios, no podemos tener límites, o sólo hacer lo que sabemos, porque puede ser justamente aquello que no sabemos hacer, lo que Dios quiere de nosotras.

Como resultado, el viaje fue una bendición. Reencontré a personas que no veía desde hacía 13 años, participé de la reunión con mucha alegría, porque valoré la oportunidad. Valoré la reunión, las amistades y sobretodo la voluntad de mi Señor.

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

2 comentários

  1. muy bueno señora , muy interesante el tema , gracias por sus experiencias y consejos dios la bendiga abundantemente ,

    Ver más
  2. realmente yo era asi pensando que aquello que quería lograr no lo podía hacer, pero esa actitud negativa tenia que arrancar de mi y esta mañana pude ver de que yo si puedo, y que todas las cosas que me proponga hacer se que lo voy a lograr por que ¡¡yo puedo!! se que Dios conoce mis fortaleza y El me dio un Espíritu corajudo.

    Ver más