Volviendo al Pasado – 50ª Parte

Viviane Freitas

  • 16
  • Ago
  • 2016

Volviendo al Pasado – 50ª Parte

  • 16
  • Ago
  • 2016

Después de haber sacrificado en el Altar, la vida que antes estaba viviendo, angustiada y pesada, empezó a ser leve y placentera.

Todo empezó a ser más que especial, mis idas a las reuniones… en fin, las cosas, comenzaron a tener una gracia mayor.

El hecho de que sacrifiquemos, nos enseña también a mirar a nosotras mismas. Y entonces percibí que en la iglesia, yo estaba ahogándome en mi propia fe. Aquella Viviane osada, transparente, ahora se encontraba anulada, por las pérdidas que me hicieron mirar a mis dolores.

Y en realidad, cuando miras apenas a tus dolores y no ejercitas la fe, que es la obediencia, entonces la fuerza que antes hacía parte de ti, se esconde detrás de los sentimientos que están reinando en tu interior.

Y fue esto, que los sentimientos hicieron conmigo, durante el tiempo en que yo estaba preservando mis derechos de escoger.

Cuando cedí a mi derecho, entregué, entonces fue más fácil de percibir las señales que estaban actuando en mi vida y que estaban ofuscando mis ojos.

Entonces vi que en la iglesia, no había más palabras de fe y no tenía nada para dar. Y me acuerdo que incluso los pocos miembros que existían en aquella iglesia pequeña, yo tenía recelo de orientar y atender. Apenas tomaba las informaciones de las personas por la primera vez, para tener contacto con ellas, pero nada más que eso.

Sin embargo, después de mi entrega en aquello día, empecé a ver nítidamente la prioridad del momento, que era la frialdad en mi vida espiritual.

Dios, cuando muestra algo, Él dice una palabra, pero aquella palabra atinge a tantas otras áreas… Y enseguida, empecé a ejercitar la fe. Ya no era un peso hacerlo, porque el sacrificio trae fuerza e ideas para renovar lo que está a tu alrededor.

La iglesia empezó a crecer; los miembros del grupo joven pasaron a desear un mayor compromiso con Dios, y de ahí se formaron discípulos, que la mayoría eran hombres.

¡Ya había más pastores y el trabajo comenzó a existir! Se abrieron núcleos que se formaron iglesias, alquilamos un local mayor para la sede, y de ahí inició la nueva fase para mi.

Empecé a tener ideas que me hicieron desafiarme a mi misma; ya no había aquella inseguridad que vivía conmigo constantemente, como cuando estaba viviendo mis dolores.

Empecé a trabajar con chicas jóvenes, hacía una reunión con ellas, me empezaba a entregar en la iglesia, para el pueblo como hace mucho tiempo que no lo hacía.

¡Nació esta fuerza que sólo el poder del sacrificio puede traer!

El sacrificio es entrega;

El sacrificio es desprendimiento de lo que te pesa;

El sacrificio hace que descubras el Reino que debes vivir aquí en la tierra.

Serie: Volviendo al pasado

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2 comentários

  1. Muy buen tema Señora. Me ayudo a entender que yo tengo que cuidar mucho de mi vida espiritual para no perder el primer amor.

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  2. ES VERDAD SEÑORA A VECES LA PERSONA COLOCA SUS NECESIDADES POR ENCIMA DE LAS DEMÁS PERSONAS Y SE OLVIDA QUE FUIMOS LLAMADOS PARA SERVIR Y NO PARA SER SERVIDOS, PERO CUANDO SOMOS HUMILDES A LA PALABRA DE DIOS ÉL SIEMPRE NOS BRINDA UNA NUEVA OPORTUNIDAD, LA CUAL NUNCA DEBEMOS DESPRECIAR.

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