Volviendo al Pasado – 44ª Parte

Viviane Freitas

  • 5
  • Jul
  • 2016

Volviendo al Pasado – 44ª Parte

  • 5
  • Jul
  • 2016

Cuando entramos en el desierto, no salimos de un momento a otro. Para atravesar el desierto se tarda, y así era como yo vivía.

Esposa, ahora sin los dos hijos, tenía que tratar con el día a día, no era fácil, era un desafío cada día que pasaba.
Las personas que me conocían esperaban verme junto a los niños. El tiempo fue pasando y las personas cuestionaban más frecuentemente: “¿Cómo están los niños? Y yo decía: “Están bien…”
No entraba en detalles, porque no convenía tocar en el tema, ni las personas lo iban a entender.

Hasta que una noche de sábado, ya estábamos en la cama, cuando Julio recibió una llamada de un auxiliar contando varias cosas que estaban sucediendo en la iglesia, un grupo de pastores insumisos estaba tramando una verdadera confusión. Delante parecían “agradables” pero estaban por detrás armándose para crear su propia iglesia.

Después de la pérdida de los hijos, ahora la confusión dentro de la propia iglesia, con aquellos que decían ser de Dios.
¡Qué dolor! ¡Dios mío! ¿Cómo podría aguantar tanta “presión”?
Fueron tomadas medidas y enseguida salimos de lideres de esa región y nos quedamos en la iglesia de esta misma región.

Recuerdo esos días como si fuese hoy, fueron días tan amarados que no me olvido de lo que viví, y a esta iglesia yo acostumbraba a ir algunos Domingos con mis hijos, a participar de la reunión que Julio hacía. Me acuerdo que Julio hizo la reunión y llamó a las personas adelante por alguna razón, no recuerdo cuál, pero yo fui.

Allí, en aquel momento, en medio de tantos dolores, tantas pérdidas, clamé a Dios, en medio de llantos…. Y allí, Él me habló lo que estaba viviendo.

Él dijo:

«¿Sabes aquellos 3 años que viviste con tus hijos? Fueron los 3 días en el desierto. Hasta que llegó el día del sacrificio, en el cual Yo (Dios) te estoy pidiendo tu Isaac.

¿Te acuerdas que Julio iba a dar su Isaac haciéndose la vasectomía? Pues si, en aquella época él no tenía hijos que ofrecer, ¡pero ahora tenéis!

“¡Dios mío! ¿Yo ofrecer a Isaac? ¿Quién soy yo para que Tú, Señor, me pidas a Isaac?”
Una alegría invadió mi ser delante de apenas una voz que me habló en el interior. “ ¿Quiere decir que Dios me está pidiendo a Isaac? ¡¿Y yo tengo Isaac?! “Caramba”, ¡qué privilegio!

En aquel día, recibí una fuerza en mi interior, aunque las cosas por fuera estuviesen “perdidas”, pero dentro de mi, sabía que Dios era Quien me pedía, no estaba pasando por todo eso por casualidad, era Él quien quería que yo desarrollase algo que a mis ojos yo no tenía noción de lo que era. Pero que más tarde yo iba a descubrir, y para descubrir tenía que entender la necesidad que tendría que pasar, y entonces así, entregarme de verdad.

Serie: Volviendo al pasado

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

1 comentário

  1. Muchas veces Dios me pidió entregar a Isaac! Yo ni sabia que tenía! Pero dentro de mi Dios hablaba muy fuerte , y yo muchas veces no hice caso a su voz!ahora entendí que tengo que tener disposición, Escucharlo, obedecer y actuar si quiero un cambio de vida!

    Ver más