La Vida de Jacob – 12º Día

La Vida de Jacob – 12º Día

Hola a todos. Estamos en el 12º día, acompañando la vida de Jacob.

Somos conscientes de lo que necesitamos sacrificar, pero debemos estar atentos a cada actitud: cuando tenemos actitudes de fe, al sacrificar realmente para Dios, no mostramos a las personas de alrededor que hay una agonía, al contrario, hay fuerza y definición.

Si hacemos un sacrificio para Dios, cansadas y murmurando, mostrando que nuestra vida es difícil, en realidad, mostramos debilidad a los demás. Al exteriorizar nuestras emociones, envolviéndonos en las dificultades diarias, en el fondo, estamos viviendo en la fe emotiva, ya que la fe racional es definida, y está definición no envuelve problemas menores que nos quitan la tranquilidad. ¡Eso no nos vence!

«Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos; y te dé la bendición de Abraham, y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.» (Génesis 28:3-4)

12º – La bendición de “Abraham”

Isaac habla con definición sobre lo que Dios haría en la vida de Jacob. ¡Y así es en nuestra vida!

Lo que Dios desea para nosotros, no es algo insignificante; no es apenas ser un ejemplo en la familia, sino que, hagamos con nuestra vida una revolución en el mundo entero. Que a través de nuestro testimonio, una multitud de personas sean “tocadas” y obtengan una transformación de vida, como resultado de la bendición de Abraham existente nosotros.

Y nuestros descendientes, y los que viven con nosotros, o que aprendieron de nosotros, ¡también la poseerán!.

«… para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham.»

Esta bendición es la que nos hará tener dominio propio sobre la «tierra», caracterizada por las dificultades y adversidades que enfrentamos. Sacamos provecho y prevalecemos sobre todo y cualquier sentimiento de frustración.

Puedes decir: «Hablar es fácil, pero cuando vivimos situaciones difíciles, hacemos algo que no sale bien y nos frustramos en medio del camino»

Y yo te respondo: Si estoy sacrificando, no me frustro, no murmuró, sino que tengo actitudes de perseverancia. Por más que me equivoque, continuo aprendiendo, es esta definición en la fe, que hace toda la diferencia.

«Ah, entonces si estoy delante de un desafío, ¿tengo que superarlo? ¿Si estoy en una iglesia, tengo que dominar? En el medio de mi familia, entre amigos y personas que no practican la misma fe ¿tengo que destacar? ¡Si! Tengo que dominar sentimientos, conflictos y transmitir credibilidad en mi comportamiento, en mi vida y en mi día a día.

Yo debo hacer mi parte y conquistar la bendición de «Abraham». Y esta fluye de nuestro interior; no necesitamos de terceros para desarrollar, porque la bendición de Dios hace qué multipliquemos nuestra «descendencia».

Es poseer la bendición y transmitirla, naturalmente a otros.

Hasta mañana, continuando con la vida de Jacob.

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