La vida de Jacob – 5º Día

Hola a todos. Es un placer muy grande estar aquí, especialmente porque estamos viviendo el día a día de la Iglesia, a través del relato de la vida de Jacob.

Y hoy, ya es el quinto día que abordamos este tema, aquí en el Blog.

“…y puso el guisado y el pan que había hecho en manos de su hijo Jacob. Entonces él fue a su padre, y dijo: Padre mío. Y éste respondió: Aquí estoy. ¿Quién eres, hijo mío? Y Jacob dijo a su padre: Soy Esaú tu primogénito. He hecho lo que me dijiste. Levántate, te ruego. Siéntate y come de mi caza para que me bendigas. E Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la has encontrado tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque el Señor tu Dios hizo que así me acaeciera. Isaac entonces dijo a Jacob: Te ruego que te acerques para palparte, hijo mío, a ver si en verdad eres o no mi hijo Esaú. Jacob se acercó a Isaac su padre, y él lo palpó y dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú. Y no lo reconoció porque sus manos eran velludas como las de su hermano Esaú, y lo bendijo. Y le preguntó: ¿Eres en verdad mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo soy. Entonces dijo: Sírveme, y comeré de la caza de mi hijo para que yo te bendiga. Y le sirvió, y comió; le trajo también vino, y bebió.”

5º DÍA – SACRIFICIO

Jacob presentó un supuesto sacrificio, seguía mintiendo. Primero afirmo que su nombre era Esaú y, después, dijo que Dios envió la caza a su encuentro. Si prestas atención, él mintió, usando el nombre de Dios y, más que eso, él dijo: “Porque el Señor, TU DIOS…” _ Dijo esto, porque él estaba distante de Dios, no se refería al Señor como suyo. QUERÍA LA BENDICIÓN DE LA PRIMOGENITURA, PERO ESTABA DISTANTE, PORQUE NO ERA CONSCIENTE DE LA IMPORTANCIA DE SER LA PROPIA BENDICIÓN. EL SACRIFICIO NO ES ALGO RÁPIDO O AUTOMÁTICO. DIME: ¿QUÉ SE HACE RAPÍDAMENTE, Y ES UN SACRIFICIO? ¡NADA!

Si estudias derecho, ¿te formas en un día? ¡NO!

TODO LO QUE ES SACRIFICIO, LLEVA TIEMPO. NO SOLO ALGUNAS HORAS, SINO INVERSIÓN Y DEDICACIÓN AL OBJETIVO QUE SE PRETENDE CONQUISTAR.

Hay que preparar aquello que se hace. El sacrificio no es rápido, sino que demanda de nosotros, tiempo… mucho tiempo. Es necesario usar las “armas” que tenemos, “cazar” y “cocinar”. Es decir, usar la fe en Dios, correr riesgos para alcanzar lo que queremos y también hacer el sacrificio, viviendo esa fe.

Por encima de todo, no puede ser cualquier cosa. Debe ser una “comida sabrosa”. Como un regalo, porque ES ESO LO QUE NOS REPRESENTA Y, POR ESO, NO PUEDE SER HECHO DE CUALQUIER MANERA.

“¡Voy a entregar el salario que tengo, y ya está!”: “¡Voy a dar esto o aquello, y punto! _ No es tan sencillo… Exige, realmente, preparación y entrega. No se fundamenta en aquello que yo creo que es mejor, sino en una actitud racional. Pienso: _ “LO QUE ESTOY OFRECIENDO, ¿REALMENTE ES LO MEJOR QUE TENGO PARA OFRENDAR?”

Es exactamente esto lo que significa el sacrificio, mostrando, así la consideración y el valor de aquello que pretendo conquistar.

Bueno, amiga, piensa en este aspecto y reflexiona sobre tu sacrificio, para que no presentes de cualquier manera tu entrega.

Tal vez hayas hecho esto durante años, sacrificios no aprobados, de los cuales no has obtenido respuesta, teniendo como resultado frustración interior. No has tenido realización, equilibrio emocional o sustento en la fe.

Por eso, estamos orientándote, para que presentes tu sacrificio de manera correcta.

Hasta mañana.