La vida de Jacob – 19º Dia

Viviane Freitas

  • 14
  • Jul
  • 2013

La vida de Jacob – 19º Dia

  • 14
  • Jul
  • 2013

Hola a todos. Hoy, Sábado, estamos aquí nuevamente hablando sobre la vida de Jacob.




“Entonces Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó, y echándose sobre su cuello lo besó, y lloraron. Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y a los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos que vienen contigo? Y él respondió: Son los hijos que Dios en su misericordia ha concedido a tu siervo. Entonces se acercaron las siervas con sus hijos, y se inclinaron. Lea también se acercó con sus hijos, y se inclinaron; y después José se acercó con Raquel, y se inclinaron.”
(Gn. 33:4-7)

Observa lo que ocurrió con Esaú…

Pero antes, te pregunto: ¿Quién hizo el sacrificio? ¡¿No fue Jacob?!

La ofrenda y el sacrificio hablan por nosotros. ¡Son vida! Hablan públicamente, sin palabras.

¿Te acuerdas cuando Abel y Caín presentaron sus sacrificios a Dios? Él aborreció a Caín, el cual mató a su hermano, pero hasta hoy el sacrificio de Abel, clama, desde la tierra, a Dios.

Tu puedes estar vivo, pero tu ofrenda no decir “nada” . Y esto es porque no existe sacrificio. Tal vez lo hagas a tu manera, pero no es “todo”.

Toda la familia de Jacob estaba reunida, pero ¿quién se postró 7 veces? ¡¿No fue Jacob?! Observa la característica de alguien que sacrifica para Dios… ¡Es humilde!

Cuando Jacob se encontró con su hermano, entonces Esaú, corrió – no ando – sino corrió a su encuentro y lo abrazó, “…echándose sobre su cuello lo besó, y lloraron..”

Ahora, existía un verdadero amor. Con dolores, con errores de ambos, pero cuando uno sacrificó, dio lugar al perdón, a la armonía que les faltaba. La conciencia se quedó limpia, de parte de Jacob, porque fue él quien llamó la atención de Dios.

Nuestra vida puede volverse, tanto una historia positiva, como negativa. Aunque alguien presente el sacrificio y yo haga parte de su vida, quien plantó y sacrificó es quien recibirá la recompensa por su audacia, por la forma en como enfrentó el problema y obtuvo la conquista.

Jacob luchó con Dios y con los hombres y perseveró en luchar.

El hecho de que sacrifiques para Dios y que tengas tu nombre transformado, no significa que debas parar, sino perseverar, adelantándote al problema y negando el hacerte un acomodado.

Otrora Jacob tenía miedo, incluso del hermano, pero después de haber luchado con Dios y sacrificado, dejó de tener miedo.

El sacrificio transmite certeza y paz, porque cubre nuestra “deuda”. Cuando no se sacrifica, se tiene miedo, porque se reconoce que se está en deuda. Y esto impide adelantarnos…

“Entonces se acercaron las siervas con sus hijos, y se inclinaron. Lea también se acercó con sus hijos, y se inclinaron; y después José se acercó con Raquel, y se inclinaron.”

¡La familia vio en el padre, Jacob, la referencia!

Hay muchas personas a tu lado que no se “postran”, por no ver está referencia en ti; porque no has sacrificado por entero. Pero, si eres consciente y estás dispuesto… Si estás realmente indignado, solo con Dios y no temes enfrentar el problema, tienes energía para hacerlo.

¡Todos ellos se postraron porque tuvieron la referencia, y esta referencia revoluciona!

Últimamente, mis días han sido a “solas” … y he aprovechado cada día como una oportunidad para estar perceptiva a lo que necesito hacer. Así, estoy grata a Dios, porque juntamente contigo, estamos viviendo el mismo espíritu.

No te olvides, mañana estaremos aquí nuevamente. ¡Hasta entonces!

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