La vida de Jacob – 18º Dia

Viviane Freitas

  • 13
  • Jul
  • 2013

La vida de Jacob – 18º Dia

  • 13
  • Jul
  • 2013

Hola a todos. Es un placer estar aquí con vosotras.


No os imagináis cómo me hace bien «dar». El hecho de estar cada día hablando sobre la Vida de Jacob, me ha hecho mucho bien, así como te beneficia también a ti. Y te digo por qué: Como ves, eres un alma, yo también lo soy, y, por eso, estamos juntas este día.

«Levantando Jacob los ojos, vio que Esaú se aproximaba, y con él cuatrocientos hombres. Entonces pasó los hijos de Lea, a Raquel y sus siervas.
Puso a las siervas y sus hijos delante, Lea y sus hijos atrás de ellos y Raquel y José por último. Y él mismo, adelantándose, se postró en tierra siete veces, hasta acercarse a su hermano.»
(Gn.33:1-3)

Jacob ya había luchado con Dios, Quien transformó su nombre al de Israel. Sólo que, ahora, él debería encarar su mayor problema…

Aunque yo haya trabado una lucha con Dios, eso no significa que yo no tenga que trabar una lucha con que lo que, para mí, aún es considerado un «gigante».

Cuando estaba de camino para encontrarse con el hermano, llevó a toda la familia y pertenencias. Podría haber dejado todo y todos en un lugar resguardado, seguro, donde nadie los descubriese, pero, al hacerlo, arriesgó todo lo que tenía.

Ahora, viendo a Esaú de lejos, que se aproximaba y, con él, cuatrocientos hombres – una cantidad superior a su comitiva – enfrentaba su «gigante».

«Puso a las siervas y sus hijos delante, Lea y sus hijos atrás de ellos y Raquel y José por últimos.»

En primera fila, los siervos y sus hijos. Atrás, Lea y sus hijos. Y, por último, Raquel y José. Estos, eran los que más le costaban, pues la esposa era estéril, y sólo pasados muchos años concibió a José, el hijo que amó.

Todo lo que le exigió mayor sacrificio, fue lo que él más amó. ¡Esto es importantísimo!

¡Lo que te cuesta mucho, es lo que más retiene tu amor!

Valoras, por ejemplo, a tu madre, porque ella vivió momentos difíciles contigo; sufrió «dolores» por ti. Así cómo valoras a quien se constituyó amiga de verdad, en función del sacrificio presentado por ambas.
Cuando hay entrega, no apenas a nivel de compañerismo, sino de sacrificio, existe amor verdadero.

«Y él mismo, adelantándose, se postró en tierra siete veces, hasta acercarse a su hermano.»

¿Quién es que estaba dispuesto? ¿Quién había luchado con Dios?

¡Jacob!

Quien lucha con Dios, en función de su sacrificio, se queda sólo y se adelanta. No espera que Dios tome actitudes en su lugar, sino que se dispone a resolver todas las cuestiones pendientes del pasado; de aquello que quedó para atrás.

Jacob tenía problemas con su hermano, ¡pero observa el resultado de quien sacrifica para Dios! ¡Se hace «lindo», de forma natural, postrándose, no delante de los problemas sino, de forma humilde, ¡encara lo que antes temía! Sustituye el miedo por el coraje de enfrentar, incluso revelándose una verdadera amenaza para su vida.

¡Hasta mañana!

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2 comentários

  1. Merci pour ce message que Dieu vous bénisse

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  2. Estimada:

    Mi vida está tomando 1 giro de 180º. Esto es gracias al sacrificio + acción.

    Muchas gracias x su sabiduria q nos transmite.

    Andrea

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