La vida de Jacob – 16º Dia

Viviane Freitas

  • 10
  • Jul
  • 2013

La vida de Jacob – 16º Dia

  • 10
  • Jul
  • 2013

Hola, ya estamos en el 16 º Día en que hablamos sobre la vida de Jacob. Está llegando el gran día de presentar nuestros sacrificios a Dios.

“Le preguntó, ¿cómo te llamas? El respondió : Jacob.Entonces, dijo: Ya no te llamarás Jacob, y si Israel, pues como príncipe luchaste con Dios y con los hombres y prevaleciste.”
(Gn.32:27,28)

16º Día – Jacob asume su nombre

La palabra de Dios es la dirección correcta, transmite madurez y no admite inseguridad, sino que ilumina y direcciona.

Cuando Dios le pregunta el nombre a Jacob, obviamente que Él ya lo sabía, pero hace la pregunta para que este lo asumiese. Es fácil, por ejemplo nosotros comentar sobre terceros. Pero lo difícil es hablar de nosotros mismos.

Cuando asumimos los errores y los fallos delante de Dios, negamos el orgullo. Jacob podría haber dicho: “Yo soy nieto de Abraham, al cual el Señor prometió bendecir la descendencia y mi padre Isaac, también me bendijo.” Pero ¡NO! Asumió, enseguida quien era: “¡Mi nombre es Jacob!”

Muchas personas quieren justificarse de su problema, y no lo asumen, porque su orgullo predomina. Pero cuando conscientes de que esta postura nunca las ayudó en nada, deciden asumir, aunque tengan de pagar un alto precio por haber sido “¡Jacob, el tramposo”!

No conseguimos engañar a Dios, pero hay muchas personas que piensan que pueden hacerlo, en sus oraciones, en la Iglesia, participando en la campaña de cualquier manera, fingiendo que están sacrificando, y aun se refieren a los demás… Viven de apariencia, pero no asumen su creencia; ¡lo que en realidad son!

¡Su orgullo predomina, volviéndose a su dios!

Jacob, como estaba definido en su lucha con Dios, teniendo un objetivo de cambiar su identidad, lo asumió.

Todos los que están dispuestos a cambiar de vida, lo asumen, aunque paguen por eso un alto precio. ¡Y lo hacen porque creen!

Solo después de que Jacob pronunciase su nombre, tuvo la oportunidad de hacerse Israel.

“Ya no te llamarás Jacob, y si Israel, porque como príncipe luchaste con Dios y con los hombres y prevaleciste.”

Un príncipe y el hijo del rey, en este caso, ¡del verdadero Rey! Luchó por una creencia en un Dios invisible, y prevaleció.

Todo lo que quisiese predominar en su carne, lucho para exterminarlo, contra el hombre interior, y contra los demás, exteriormente así.

Dios no cambia mi nombre para que yo permanezca derrotada, con dudas, ansiosa, preocupada, engañadora… Pero solo lo hago cuando estoy definida a exterminar la identidad que yo misma reconozco haber cargado durante años.

Dios cambió la vida de Jacob en aquel instante.

Veo interesante que muchas personas dicen creer en Dios, ganar almas y servirlo, pero su sueño – egoísta – no tiene nada que ver con lo que profetizan. Dicen sacrificar, pero están con miedo, ansiosas, lloran y se preocupan. ¡Dios no lo acepta! Puedes fingir, pero Él conoce toda la verdad.

Entonces, es mucho más práctico y sencillo , la verdad, que la ilusión, porque iludida, tienes que hacer “fuerza” para que nadie se de cuenta. Pero la verdad te da paz, tranquilidad, certeza y convicción.

Analiza tu propia vida, porque la boca puede decir cualquier cosa. ¡Pero son tus actitudes que prueban, realmente, en aquello que crees!

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3 comentários

  1. Vemos que cuando Dios bendice nos tornamos personas honradas por que hemos recibido la dirección del propio Dios y esta dirección es luz por que hemos decidido sacrificar al 100%, teniendo la certeza de la victoria, por que mi identidad ser nueva.

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  2. Reconozco que hasta ahora que yo he sido un Jacob y agradezco a Dios por su misericordia de darme esta oportunidad de recomenzar a ser el verdadero sacrificio y entregarme por completo, no solo participar y si sacrificar.

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  3. Hoy he aprendido que para que mi nombre cambie tengo que primero reconocer quien soy, dejar de engañarme a mi misma y decir quien soy (JACOB) por que solo asi mi nombre puede cambiar y ser ISRAEL, una nueva persona.

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