La Víctima

Silvia Alvarenga

  • 16
  • Abr
  • 2013

La Víctima

  • 16
  • Abr
  • 2013

Madrid, hace unos años… Llueve y hace frío, me levanto: ¡tantas cosas qué hacer!

Voy a trabajar a la reunión de las 7hs, después voy a evangelizar, hago la comida, leo la Biblia, arreglo la Iglesia, atiendo al pueblo, etc. A la Iglesia vienen más personas, qué bien… Todo parece perfecto, pero, falta algo. ¿Qué? ¡No sé responder!

Dentro de mi hay muchos conflictos: no hay paz, ¿qué está pasando?

Participo en la vigilia, me derramo delante de Dios, mis lágrimas fluyen. En ese exacto momento, hay un alivio. Voy a casa, sigo mi rutina, limpio la casa, sirvo a mi marido, trabajo en las reuniones, evangelizo, pero aún existe ese conflicto, ¡no paró! ¿por qué me siento así?

Hoy es día de ir a atender los teléfonos en la tv, son las 8hs de la mañana, me levanto… ¡uy! Llego tarde, me llaman la atención.

– “¡Ah! Pero estás cansada, es normal… No entienden que tienes tantas cosas que hacer”

Una voz de fondo, habla a mi mente. Es verdad, las personas no lo entienden…

Entonces viene aquel pensamiento: “fulana” no es así, nunca llega tarde; ¡es más responsable que tú! Y empieza a entrar el sentimiento de frustración al ver a otras amigas venciendo, siendo más responsables, y yo no desarrollo…

– «¿Qué pasa contigo? Eres tan buena, ya has superado tantos momentos difíciles en la obra de Dios, ¡tú eres de Dios!

Oro, leo la biblia, soy una persona agradable, pero en mi interior hay algo que me dice que las cosas no van bien.

Asisto a las reuniones, ¡las palabras son tan fuertes! Las acepto con mucha alegría pero eso es algo pasajero. Una vez más, aquella voz dentro de mi, no se calla: ¡algo no está bien!

Viví así durante muchos años, con esa sensación de bienestar, confundida, pensando que estaba sirviendo a Dios en el altar, justificándome con un uniforme, viviendo de la gloria del pasado, buscando la aprobación de los demás, pero no luchando mi propia batalla, sin enfrentarme a mi misma. Vivía una fe que no me traía ningún beneficio: Solo frustración.

Mis sentimientos solo aumentaban mi estado de “victimismo” (pobrecita de mi), yo no me veía tan mal, y este es el peor estado al que podemos llegar. ¿Sabes por qué? Porque terminas siendo señora de ti misma.

“Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”. (Mt.6:24)

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

10 comentários

  1. Hola es verdad tenemos q vigilar Porque aunque a veces paresca q todo esta bien cuidado siempre estar muy atentas de q hacemos oh q hemos dejado de hacer para Dios. Oh servimos a uno Porque no podemos servir a dos a la misma vez si queremos agradar a Nuestro señor Jesus .

    Ver más
  2. Debemos contar con Dios en todo momento para que el nos de esa fortaleza cuando estamos pasando por momentos de angustia porque solo Dios nos puede ayudar.

    Ver más
  3. GRACIAS POR ESTE POST EN VERDAD TODAS ALGUNA VEZ CREO QUE HEMOS PASADO POR UNA SITUACIÓN SEMEJANTE,LO IMPORTANTE ES DESPERTAR Y PEDIR A DIOS SU FORTALECIMIENTO ,NO DEJAR DE MIRAR PARA JESÚS DE ESTA MANERA NO DEJAREMOS NINGUNA BRECHA AL DIABLO PARA QUE ACTUÉ CON ESA VOZ NEGATIVA CAUSANDO DUDAS DE NUESTRA COMUNIÓN CON DIOS.Lo que debemos hacer en estos momentos es orar en el altar y pedir fuerzas al aticismo el es nuestro padre y sabrá que hablarnos para que nos podamos fortalecer en su camino.DIOS la bendiga.

    Ver más
  4. ES CIERTO EN ALGUNAS OCASIONES ME HE SENTIDO VICTIMA. EN CIERTAS CISCUNSTANCIAS. GRACIAS POR LA APORTACION. TRABAJARE EN ESO.

    Ver más
  5. Wow! muy fuerte me analizare a mis misma.

    Ver más
  6. Es muy cierto!! Si bien es un ejemplo de una persona en la obra, es totalmente así de cierto estando en la obra o no eso pasa.. Dios abra los ojos de todos/as los que lean el mensaje!! Muchas gracias, un cariño.
    isis

    Ver más
1 2