La fe emotiva no mira para si

¿Está molesto? ¿Anda siempre diciéndose a si mismo que nadie le entiende?

Umm… es hora de razonar. Porque siempre que decimos la frase “él o ella no me entiende”, es señal de que hay algo que no fue resuelto en nuestro interior.

Entonces, vamos a razonar, con lo que el Señor Jesús dijo:

“Por eso, el reino de los cielos puede compararse a cierto rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Y al comenzar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Pero no teniendo él con qué pagar, su señor ordenó que lo vendieran, junto con su mujer e hijos y todo cuanto poseía, y así pagara la deuda.” Mt 18:23-25

Este rey que simbolizaba a Dios, quiso ajustar cuentas con sus siervos, es decir, cada uno tendrá que dar cuentas de las actitudes que tuvo en este mundo. ¿Usted sabía esto?

Nuestros pecados y deudas con Dios sólo son quitados cuando ejercitamos la fe. La fe haciendo lo que es correcto, disciplinándonos, pidiendo perdón y cambiando de actitud.

En este pasaje vemos que la deuda de aquel hombre era muy grande. Era impagable.

 “Pero no teniendo él con qué pagar, su señor ordenó que lo vendieran, junto con su mujer e hijos y todo cuanto poseía, y así pagara la deuda. Entonces el siervo cayó postrado ante él, diciendo: «Ten paciencia conmigo y todo te lo pagaré.” Mt 18:25 – 26

Bueno, aquella deuda representaba todo lo que él debía espiritualmente, Y así es con todos nosotros.

Pero, a veces la persona no tiene noción de sus errores, de sus fallos, de su falta con el prójimo. Y piensa que puede pagar todo lo que está debiendo. Sin embargo, si pesásemos en la balanza todos nuestros fallos, estamos perdidos.

Por eso, solamente a través de la fe en el Dios vivo, que quiere decir una fe en obediencia a Su Palabra, seremos justificados. Porque no ha perfección en nosotros.

Al fin y al cabo, ¿podemos pagar todas nuestras deudas a Dios?

Continua…