LA CODICIA – Episodio 27: La codicia hace todo por dinero

LA CODICIA – Episodio 27 : La codicia hace todo por dinero

¿Qué hace la codicia?

Quiere algo a cualquier precio, aunque tenga que comprometer el matrimonio, la familia e incluso la vida espiritual.

Hay tantas personas que estaban en la iglesia, sirviendo a Dios, y se perdieron debido a esa codicia de prosperar.

La prosperidad es necsaria, pero no de ser puesta como prioridad en nuestra vida.

En realidad, la prosperidad debe ser consecuencia de lo que hago para Dios. La Biblia dice lo siguiente:

Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, seamos contentos con esto.

Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden a los hombres en perdición y muerte.” 1 Timoteo 6:8,9

Las personas piensan que, por el hecho de tener innumerables promesas de Dios, deben dar prioridad a esas promesas. Entonces, terminan dando prioridad a las promesas y no a Dios. Si se interesa sólo en lo que Dios puede hacer por usted, ¿qué dice eso sobre usted y Dios? Que está interesado en los beneficios que Él tiene para darle, pero no está interesado en relacionarse con Él.

Cada año que pasa el cristiano debería entender que teniendo qué comer, qué vestir, el alimento y dónde vivir, el sustento, debe estar contento. Porque cuando está afanado por las conquistas, gasta su tiempo, su mente, buscando formas de ganar más dinero. Y no da la debida atención a su vida espiritual, incluso, la misma pasa al final de la fila, en la parte más olvidada de la vida. Usted va a servir a Dios o a las riquezas, como dijo Jesús.

Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores.” 1 Timoteo 6:10

Una de las cosas gravísimas que percibo y que todos corremos riesgo, es cuando damos prioridad a cualquier necesidad física, familiar, salud, dinero, que no sea el Espíritu Santo, ósea, la Salvación.

El Espíritu Santo es la fe que nos guía a toda Verdad, es Jesús dentro de nuestra mente, pero si nuestra mente está dirigida a prosperar, ¿qué cree que va a pasar? El Espíritu Santo no tendrá voz, no va a oír la Voz de Dios porque estará afanado con sus deseos, con sus concupiscencias, con su codicia.

Muchas personas mal tienen tiempo para buscar a Dios por causa del dinero, no tienen tiempo para pensar en Dios porque están ocupadas con sus propias vidas.

Trabajar, cuidar de nuestras responsabilidades es algo inevitable, sin embargo, no podemos dejar que esas cosas quiten nuestra atención de la vida espiritual, que es nuestra eternidad, nuestro futuro.

No vamos a vivir apenas en esta tierra, vamos a vivir toda la eternidad, sea con Dios o con el diablo, en el lago de fuego y azufre. Muchas personas saben esto, saben del cielo, del infierno, pero la Palabra de Dios no entra en ellas, porque les gusta, aceptan las propuestas del mundo más que lo que Dios enseña, habla, orienta. ¡Eso pasa con la codicia!

La codicia mira, le importa aquello que no es importante, valora lo que es pasajero, por eso la Biblia dice:

Así que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, seamos contentos con esto.

Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en muchas codicias locas y dañosas, que hunden a los hombres en perdición y muerte.” 1 Timoteo 6:8,9

Cuando quiere tener mucho dinero, muchas cosas, empieza a agregar cosas en su vida que no son necesarias, vanas, fútiles. Da importancia a cosas que van a quedarse por ahí, porque no vamos a llevárnoslas de este mundo.

Cuando a más cosas nos apegamos, sean riquezas, familia, cosas, personas, estatus, más dolor traemos hacia nosotros. Cuando entregamos en el Altar a las personas, aquello a lo que estábamos apegados, carrera, posición, más leves nos sentimos.

Pero muchos han vivido cargados con muchas concupiscencias, es decir, en lugar de buscar lo que es eterno, buscan cosas pasajeras.

Observe su vida y vea si sus elecciones no están siendo cosas nocivas para usted. ¡Observe!

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*