LA CODICIA – Episodio 11: La codicia fornica

LA CODICIA – Episodio 11 : La codicia fornica

Al ser humano le gusta ser guiado por su forma de ser, por su voluntad, por su forma de pensar,  por sus sentimientos, por sus impulsos… y ahí está el peligro, porque cuando la persona es guiada por sus sentimientos, por su voluntad, por su manera de pensar, no es guiada por Dios.

Y muchas personas se dejan envolver por este mundo, aceptando lo que el mundo dicta que es natural, normal. Por ejemplo, una de las manifestaciones de las obras de la carne es a través del sexo antes del matrimonio, antes de firmar una alianza.

Muchas personas tienen sexo “cuando les apetece”, con uno, con otro, con novio, con comprometido, es decir, hay un desorden, viven según este mundo que no tiene disciplina, que no se somete a la orden de Dios.

Por eso, muchas personas se entregan a esta codicia de la fornicación, que es el sexo antes del matrimonio. Y llegar hasta esta situación, la persona va alimentándolo en la mente, alimenta fantasías, el deseo de tener esa intimidad, de dejarse llevar por sus deseos, por sus codicias, y así muchas personas se han destruido.

¿Cuántos niños no tienen un padre? Solo tienen a la madre, o la abuela, porque el padre y la madre no se quedaron juntos, fueron llevados a situaciones por causa del pecado, por ese deseo desenfrenado. Las personas no piensan en el futuro, en lo que la fornicación puede causar, como una enfermedad…

La fornicación, el adulterio provocan un deseo sin límites, la persona hace las cosas sin responsabilidad, apenas por el impulso de sus deseos.

Observe bien, la voluntad humana tiene muchos deseos malignos, deseos de vengarse, de pelear, de alterarse, de pisar a otros, humillar, todo por causa del impulso, de la voluntad humana.

Y las personas que se dejan llevar por esos deseos, provocan un problema gravísimo, tal vez no en el momento. Por ejemplo, en la fornicación, en el acto, ella siente placer, pero después viene aquel sentimiento malo, la conciencia que le dice que no debería haber actuado así.

Pero como la persona no quiere aceptar la disciplina de la conciencia, elimina de su mente lo que es correcto, y dice: “Ah, ¿quién no peca? Ah, ¿quién no hace lo que quiere? Ah, ¡tampoco es para tanto! Ah, después pido perdón a Dios y Él me perdona por mis pecados…”

Ya está alimentando la fornicación, y le dice que tenga sexo, eso lo permite usted. Puede decir que no, pero decidió decir que si.

La vida espiritual exige disciplina, pero no quiere hacer mal a la persona. El pecado le hace mal y pone en riesgo su vida, es decir, el mal empieza a tener dominio sobre aquella persona. Cuando ella se deja llevar por la carne, cuando tiene relaciones antes del matrimonio, es porque lo está alimentando, acepta la idea, le gusta aquello por lo que se dejó llevar.

La fornicación es una elección. El tener sexo antes del matrimonio, tener sexo es una elección suya. Puede optar por tener o no. Puede aceptar la idea del mundo, que dice que eso es normal, o puede aceptar a Dios, que dice que no es eso lo que Él orientó.

Dios creó al hombre y a la mujer, e hizo el matrimonio, en el que existe una alianza, palabra con palabra, es decir, ambos se dan la palabra delante de Dios de que serían fieles el uno al otro.

Ahora la pregunta es la siguiente: siendo soltero ¿por qué codiciar a una persona casada? ¿Por qué tiene que hacer las cosas a su manera? ¿Por qué el mundo aceptó esa idea? ¡Porque no quiere tener disciplina!

Como bien sabe, al mundo no le gusta la disciplina. No le gusta lo que es justo, lo que es correcto. Y es ahí dónde entra la discusión, porque las personas no quieren ese orden. Y el Reino de Dios tiene orden.

Si le gusta el desorden, no quiere a Dios.

Pero si quiere a Dios, quiere vivir una vida recta, una vida digna, una vida que a su conciencia no le acuse, en que no debe nada al diablo.

Bueno, ¡es la decisión de cada uno!

Y la fornicación es el resultado de la codicia.

Es querer una cosa que no es para usted en ese momento. Es desear lo que no le conviene. ¿Por qué no desear algo puro, saludable, que le hace bien?

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1 comentário

  1. Muchas personas viven sujetas a sus propios deseos y de esa manera terminan tristes depresivas porque aquello que hicieron no lleno el vacío interior. Si practicamos la Palabra de Dios y la obedecemos nunca vamos a estar tristes por el contrario. Vamos a ser muy felices

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