Impotente

Viviane Freitas

  • 13
  • Abr
  • 2014

Impotente

  • 13
  • Abr
  • 2014

Me levanté de la cama con una sensación de que el cuarto estaba dando vueltas.

Fui hasta el aseo y cuando me di cuenta de que me iba a desmayar, comencé a orar: «¡Mi Dios no quiero ir al hospital!»

Con el resto de las fuerzas que me quedaban, me arrastré de nuevo hacia la cama, eché mi cuerpo – la mitad de él – y sentí la horrible impresión de estar impotente, un frío se apodero de mi, y mi sangre estaba helada. No conseguía reaccionar.

Después de unos segundos conseguí acostarme por completo en la cama. Ahora, cuando me acuerdo de la escena, todo parece una siniestra pesadilla…..me quedé acostada todo el día, de «remojo» era imposible creer que aquello estaba pasando conmigo. No soporto estar enferma, detesto tomar medicamentos, y el hospital es el último de los lugares donde quiero estar (confieso que esto ocurre por los recuerdos de cuando era pequeña, y vivía enferma)

Un simple virus tiene la capacidad de debilitar todo nuestro cuerpo, de desordenar toda nuestra agenda, y por más que me cuide, me prevenga, o me medique, él va a estar aquí conmigo por 14 días (el inevitable ciclo viral)

Así también es el pecado no confesado: Te aparta de Dios, pierdes las fuerzas, te quedas contaminada con el veneno que se desparrama en el interior. Entonces comienzas a dudar, hasta de aquello que un día creíste, de los sacrificios que hiciste y de los momentos en que tuviste la certeza de estar sirviendo a Dios.

La mala conciencia abre las puertas para que el «acusador» comience a hacer su trabajo – profesional, con experiencia en el arte de apartar a la humanidad de Dios. La duda es todo lo que el pecado necesita para generar la muerte.

¿Cuántos hemos visto morir por el camino, hasta quien andaba a nuestro lado?

Un día, lo que fue apenas un «pecadito» sin importancia, un simple virus, terminó dominando el cuerpo, pensamientos, matrimonio, ministerio…..Y todo eso podría haber sido combatido si hubiese sido confesado, tratado, arrancado en aquel exacto momento en que el miedo habló más fuerte, y la persona acabó cediendo.

Para poder combatir el virus que me atacó, tuve que llamar a mi médica, seguí sus instrucciones y tomé los medicamentos que ella me recetó (arghhh)

Cuando se trata de nuestra alma, lo más sabio es mantenerse lejos de cualquier tipo de contaminación.

Si ya estás enferma, no dudes en llamar inmediatamente al Médico.

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2 comentários

  1. CONCLUSIÓN: PECADO NO
    CONFESO = VENENO.
    CONTAMINA PORQUE
    SE DESPARRAMA CON
    ALCANCE INTERNO Y
    EXTERNO EN EL HOMBRE.
    EL NUTRIENTE PARA ESE
    PECADO SILENCIADO ES
    LA DUDA.
    ELLO SE ARRANCA
    CUANDO NO SE DA OÍDOS AL
    MIEDO. DE LO CONTRARIO,
    «(…)EL MIEDO HABLÓ
    MÁS FUERTE, Y LA
    PERSONA ACABÓ CEDIENDO».

    Ver más
  2. Extracto:

    «LA DUDA ES TODO
    LO QUE EL PECADO
    NECESITA PARA GENERAR
    LA MUERTE».

    Viviane Freitas

    Definiciones y demás
    para
    un mismo
    vocablo: IMPOTENTE.

    ●adj. Que no tiene
    potencia o fuerza para
    algo.//adj. y s. Incapaz
    de engendrar.
    Diccionario
    Escolar
    Estrada

    ●Sin. Débil.
    Una de las especificaciones
    de dle.rae.es

    IMPOTENCIA= f.Falta de
    PODER…
    Larousse

    ENGENDRAR= fig.Provocar,
    causar,formar. (Una
    de las definiciones).

    Dicc. Esc. Estrada

    Conclusión: La DUDA
    es la ruta que conduce a la
    MUERTE cuando DOMINA
    mediante el MIEDO: el Ser
    se hace IMPOTENTE.
    Una
    persona IMPOTENTE es
    débil:
    NO tiene PODER para
    ENGENDRAR.

    Fuentes:
    -Viviane
    Freitas Artículo : «IMPOTENTE»
    – The Love
    School- Escola Do Amor
    – Diccionario
    Virtual ( Rae) y Físicos ( Estrada y
    Larousse)

    Ver más