FE EMOTIVA – Episodio 5 : La fe que tiene dificultad de perdonar

¿Cuántas veces alguien le dijo algo que no sonó bien a sus oídos? ¿Usted se sintió ofendido, agredido, entristecido por alguna palabra o gesto que aquella persona le dijo o hizo?

Y esto, normalmente sucede con alguien que es muy cercano a usted, ya sea en el trabajo, en la familia, en el ámbito escolar. Y cuando sucede la primera reacción es no tolerar. Parece que siempre queremos devolver el golpe, ¿no es así? Si… la voluntad humana quiere hacer algo al respecto. Pero, ¿vale la pena?

Cierta vez, “Entonces Pedro viniendo a Él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿Hasta siete?” Mt 18:21

Exacto… ¡lidiar con el sentimiento no es nada fácil! Pero no es imposible. Aún así, hay una práctica que usted tendrá que hacer, que es razonar en el momento en que usted esté sintiendo.

Pues si, Pedro era una persona muy impulsiva, que actuaba enseguida llevándose por aquello que sentía.

Perdonar una vez, parece incluso fácil, pero para perdonar más veces, es necesario hacer mucho ejercicio de paciencia.

El sentimiento sólo pierde fuerza cuando razonamos con el objetivo de lo que es justo para Dios. Por eso, siempre una sus pensamientos a Dios, para consultarse a sí mismo aquello que es correcto. Porque Él sí es el Camino, la Verdad y la Vida.

Jesús al oír la pregunta de Pedro le dijo:  “Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” Mt 18:22

Jesús nos enseña a todos a pasar por encima de aquello que nos quiere dominar. Porque la decisión de guardar sentimientos es nuestra, ¡y de expulsarlos también! Si quiero dominar el mal, tengo que vencer al mal que me quiere dominar. Por eso, Jesús responde a Pedro que él debería perdonar setenta veces siete.

Pero yo le pregunto: ¿usted va a contar todas las veces que perdona? ¡Claro que no! Tenemos que mirar a Quien debe ser nuestra referencia, que es Jesús. En lo que depende de nosotros, tenemos que perdonar siempre.

¡Por qué quien perdona está por encima del mal! Quien deja predominar el odio, siempre va a dejar que el diablo y sus demonios tengan dominio sobre su vida.

¡Sea racional! ¡Perdone y escoja hacer el bien!