Experiencia: La mejor elección

Viviane Freitas

  • 27
  • Sep
  • 2014

Experiencia : La mejor elección

  • 27
  • Sep
  • 2014

Acabo de volver de Brasil, en donde estuve por primera vez, pero tengo la sensación de que sigo allí.


Mi experiencia en el Templo de Salomón fue entender el amor tan grande e inexplicable que Dios tiene por nosotros.

No es un sentimiento, ¡rotundamente, no! Es un amor verdadero, amor con actitud, amor con sacrificio.

El trato que tuve fue muy especial por parte de las personas que nos recibieron en el Templo. La atención para que pudiésemos entender la reunión en nuestro idioma (español), comprobando el audio en los auriculares; la preocupación que tuvieron con este pequeño grupo de 40 personas de Ecuador fue extraordinario.

Los momentos de meditación antes de comenzar la reunión, las dos horas de espera, que ya nos lleva a entrar en la presencia de Dios.

Miraba al altar, hacia el Arca de la Alianza, que atraía mi total atención en este hermoso lugar. Las piedras que representan las tribus de Israel, allí, delante de mis ojos, hicieron que me preguntase: ¿Por qué los ángeles están en esa posición de protección? Y las piedras, de diversos colores… ¡no hay forma de elegir cuál es la más bonita! No existe una “preferencia”, Dios ve y valora a todas como piedras preciosas. Cada piedra es un pueblo diferente, único. ¿Y el velo del altar? Sigo pensando, pero al comenzar la reunión el velo se abre, y sorprendentemente Dios comienza a responder todas mis preguntas durante el mensaje del Obispo Macedo.

Mi última reunión en el Templo fue el domingo. Sentada, otra vez en aquellos momentos inolvidables de esperar para que comience la reunión, mi vida entera pasó por mi memoria. Recordé la ropa que vestía (short, camiseta, medias y zapatillas deportivas). Tenía 15 años y me sentía como una hormiga insignificante (escribiéndolo ahora, mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas). No quería saber de Dios, ni sabía que Él era el único Dios verdadero.

No tenía esperanzas de ser feliz. Ya pasaron 18 años desde el día en que escuché Su Voz llamándome, atrayéndome. Lo seguí. De repente, me veo sentada en la primera fila, en las primeras butacas del Templo, vestida especialmente para Dios, no solo por la ropa exterior, ¡me veo transformada en una princesa! El Señor me dio alegría, me amó, me separó para Él. En ese momento mis lágrimas cayeron involuntariamente por mi rostro, por contemplar Su obra en mi vida, por ver claramente Su inmenso e inexplicable amor por mí. Un velo se abrió en mi mente, como aquel velo que se abre en el altar del Templo, y allí Dios nos habla tan claramente…

No puedo explicar este amor. Solo sé que este es el Amor, El Amor Verdadero.

Me hace vivir estas palabras, se hacen reales dentro de mí: Él levanta del polvo al pobre y saca del muladar al necesitado; los hace sentarse con príncipes, con los príncipes de su pueblo.

Esta es una parte de mis experiencias en el Templo de Salomón. Traigo marcado dentro de mí el compromiso con mi Señor renovado, un espíritu dispuesto a servirlo por toda mi vida, de una manera especial, así como Él me consideró.

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2 comentários

  1. Sinceramente coincido que fue una experiencia memorable la que viví en el templo de Solomon, jamas olvidare la renovación que vivi. En ese momento pude comprender las cosas grandes que Dios tiene para mi.Doy gracias a DIOS por haberme escogido de toda mi iglesia para vivir lo que yo he vivido. Dios abrió mi visión, Me hablo tan fuerte que jamas olvidare lo que DIOS me consedio en ese mi primer viaje a un lugar tan lleno de la presencia de DIOS

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  2. Qué experiencia tan maravillosa! Dios cuida de nosotros con tanto detalle, que todo lo que hace por nosotros es perfecto! Siendo tan insignificantes Dios cuenta con nosotras, siendo tan simples, Dios nos hace tan especiales y únicas, renueva nuestras fuerzas día tras día. Espero muy pronto tener mi experiencia en el Templo de Salomón

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