Episodio 164 – Dios respeta [Serie- ¿Quién es Dios?]

¿Recuerdas que Raquel ya estaba ansiosa por no darle hijos a Jacob? ¿Y que ella lo estaba atormentando?

«Y ella dijo: Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillas, para que por medio de ella yo también tenga hijos» (Génesis 30:3).

«Bilha concibió y dio a luz un hijo a Jacob. Y Raquel dijo: Dios me ha vindicado; ciertamente ha oído mi voz y me ha dado un hijo. Por tanto le puso por nombre Dan» (Génesis 30:5-6).

Miren cuántos lo hacen: imponen su propia voluntad y dicen que fue Dios. Si miras el pasaje anterior, verás que el antes no tiene nada que ver con la fe. Antes estaba ansiosa, envidiosa y se comparaba con su hermana mayor.

Y cuando estás ansioso, obviamente creas un tormento en la vida de la persona que amas, porque no controlas tus emociones. Estás dejando que tus emociones se salgan con la suya. Y eso fue lo que hizo Raquel: entregó a su sierva Bilha a Jacob.

Nota cómo ella dijo: «Dios me juzgó, y también escuchó mi voz». De hecho, no fue Dios quien la juzgó, fue ella quien impuso su voluntad. Bueno, cuando Dios quiere hacer algo, no usa al sirviente en lugar de a la esposa. El problema es que Raquel no podía verse a sí misma.

Y la gente piensa así: «¡Es Dios quien no me da un ‘hijo’! ¡Es Dios quien ata mi vida!» Mucha gente juzga a Dios, pero no miran sus propias actitudes y no se juzgan a sí mismos.

De hecho, Dios no hace cosas. Dios respeta tu decisión. Si estás ansioso, tendrás las consecuencias. Dios no interferirá con el libre albedrío que ha dado a todos los seres humanos.

Si eliges vivir según cómo te sientes y no aceptas la voz de Dios, Él tampoco impondrá Su voluntad. Por eso es importante que entiendas que somos nosotros los que necesitamos de Dios, somos nosotros los que tenemos que acudir a Él.

Raquel podría haber acudido a Dios, pero acudió a su marido, impuso su propia voluntad y le entregó su sierva. Y, ya sabes, eso causará problemas en el futuro.