Episodio 139- ¿Qué es creer?

«¿Quién es Dios y quién es usted?»

Una pregunta muy interesante… Dios es perfecto. ¿Pero qué hay de mí? ¿Y usted? No, no somos perfectos. Por eso tenemos que estar atentos a la Palabra de Dios. Fuimos creados por Dios, pero tenemos libre albedrío. Hoy vamos a hablar de este tema: «creer».

Usted ya debió haber cambiado de ropa y de cabello muchas veces por alguien. Cuando cambiamos por alguien, no continuamos con ese cambio, porque habrá situaciones en la que volverá a ser quien era, quien realmente le gusta ser.

Jesús hablaba a los discípulos: «[…] El que Me ha visto a Mí, ha visto al Padre; ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»? ¿No crees que Yo estoy en el Padre, y el Padre en Mí? Las palabras que Yo os digo, no las hablo por Mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en Mí es el que hace las obras. Creedme que Yo estoy en el Padre, y el Padre en Mí; y si no, creed por las obras mismas.» (Juan 14:9-11).

Ahí está el gran problema: cuando no se cree, no se acepta. Incluso puede cambiar, puede seguir, puede escuchar. Pero no lo aceptará. Es decir, si yo le digo: «mira, no lo hagas así, no elijas este trabajo, porque este trabajo no te dará tiempo para buscar a Dios». Y luego usted no se queda en ese trabajo, pero por dentro usted no lo ve así. Entonces no acepta esto. Después de algún tiempo, volverá a ese trabajo que le aleja de Dios.

Jesús le estaba diciendo a Felipe que el Padre, que estaba en Él, era el que hacía las obras, el que hablaba las palabras que decía. Y entonces Jesús dijo: «creed que yo estoy en el Padre». En otras palabras: “acepta esto, acepta que Yo estoy con Mi Padre, las obras que suceden son de Mi Padre”.

Sabe, no tiene sentido estar convencido o hacer algo porque otros lo quieren, porque no lo acepta. Cambia para ir a la iglesia, pero en el trabajo, en su vida diaria se pone la ropa que quiere. ¿Sabe por qué? Es porque no cree. «Creer» es «aceptar», es poner esa Palabra por encima de lo que quiere.

Jesús continúa: «En verdad, en verdad os digo: el que cree en Mí, las obras que Yo hago, él las hará también; y aún mayores que estas hará, porque Yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en Mi Nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.» (Juan 14:12-13). O sea, quien sirve, quien cree, no tiene nada que perder. Glorificará a Dios con su vida. Esto es para los que creen. Si quiere hacerlo a su manera, quedará afuera. Es una elección.

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