163 – Las consecuencias de las elecciones [Serie – ¿Quién es Dios?]

163 – Las consecuencias de las elecciones [Serie – ¿Quién es Dios?]

Muchas personas no se dan cuenta que sus actitudes equivocadas, que tienen consecuencias. Usted no quiere utilizar la fe, que es algo bueno, puro, bueno para nuestra alma y para los demás. Entonces, trae inquietud y ansiedad a su propia casa. Eso es lo que le pasó a Raquel. ¿Cree en eso?

«Pero viendo Raquel que ella no daba hijos a Jacob, tuvo[a] celos de su hermana, y dijo a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero.» (Génesis 30:1).

Usted no logra lo que tanto desea, entonces empieza a envidiar. Y muchas personas no reconocen que sienten envidia. Hablan mal, se enojan, crean problemas.

Y Raquel expresó la situación como si fuera culpa de Jacob. «Entonces se encendió la ira de Jacob contra Raquel, y dijo: ¿Estoy yo en lugar de Dios, que te ha negado[a] el fruto de tu vientre? Y ella dijo: Aquí está mi sierva Bilha; llégate a ella para que dé a luz sobre mis rodillas, para que por medio de ella yo también tenga hijos.»  (Génesis 30:2-3). Usted Sabe que un hombre, para no crear problemas con su mujer, a veces cede a su voluntad, por la falta de paz que está teniendo con sus molestias.

¿Será que usted Juzga a Dios como injusto? Porque si juzga a Dios como injusto, ciertamente se desquitará con la gente, condenará a la gente, se enojará cuando la gente no haga lo que usted quiere.

Raquel estaba enojada con Jacob porque tenía celos de su hermana mayor, que tenía cuatro hijos. Raquel tenía toda la atención de su marido, pero tenía la desventaja de no tener un hijo de Jacob. En otras palabras, comenzó a compararse con Lea. Y cuando hay una comparación, la persona empieza a sentirse ansiosa.

¿Quién es Dios enfrente de su actitud? Usted eligió estar ansioso, no quiso usar su fe, no quiso pedir ayuda a Dios, no quiso mirar dentro de sí mismo, en su actitud envidiosa. Como fue el caso de Raquel. Ella no quería ver eso. Miró lo que Jacob no le estaba proporcionando. Entonces, para facilitar las cosas, le ofreció a su sierva para que la tuviera por esposa. Y, así, podrían darle un hijo a Raquel.

Usted verá que esta actitud, en el futuro, causará muchos problemas. Y ahora, su manera de ser ansiosa, su insistencia, su voluntad y su deseo de hacer las cosas a su manera no hacen que Dios esté a su favor. Porque no habla con Él, no le pide ayuda. No tiene una relación con Dios. Entonces, Dios observa su triste historia. Y tendrá consecuencias.

Y Él no podrá hacer algo. Porque Dios respeta su elección.

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