Episodio 130 – ¿Ha observado el testimonio de Dios?
- 28
- Ago
- 2023
¿Quién es Él? Muchos preguntan quién es Dios, y ¿ya se preguntó quién es usted delante de Dios? Ah, esto casi nadie se lo pregunta, ¿no es verdad? Casi nadie se interesa en saber cómo ha sido delante de Dios.
El ser humano piensa que tiene poder para juzgar a Dios. Cuando él mismo no se hace presente o sincero con Dios, y después espera que Dios haga todo.
Observe esta situación del siervo de Abraham.
“Entonces dijo: Soy siervo de Abraham.
Y el SEÑOR ha bendecido en gran manera a mi señor, que se ha enriquecido, y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. Y Sara, la mujer de mi señor, le dio a luz un hijo a mi señor en su vejez; y mi señor le ha dado a él todo lo que posee.” Génesis 24:34-36
Observe cómo habla este siervo sobre el Dios de Abraham.
Él vio que Dios había bendecido a Abraham en sobremanera, que fue engrandecido y prospero. Que Dios le dio vacas, ovejas, plata, oro, siervos, siervas. Y él dice un detalla súper importante: sobre la esposa de Abraham, Sara, que dio a luz un hijo, después de su vejez.
Sabe, a veces, usted pregunta tanto sobre Dios, pero no ha observado el testimonio de Dios. Y ahí, cuando necesita algo no cree en el testimonio, es decir, no ha observado lo que va a durar toda la vida, que es el testimonio de Dios, Su carácter, Su esencia.
Este siervo de Abraham recibió una responsabilidad muy grande, de encontrar en la casa de Abraham una mujer, una virgen para Isaac, hijo de Abraham.
Aquel siervo muy respetuoso, muy temeroso a Abraham, clamó al Dios de Abraham, en el camino, mientras no llegaba al lugar.
Él habló con Dios y, cuando llegó allí, él habló nuevamente: “Dios, es aquí donde las mujeres llagan para sacar agua del pozo, estamos aquí…”
Fue sincero, y Dios lo sorprendió, ¡inmediatamente!
Este es el Dios que quiere trabajar en su vida, pero ¿y usted? ¿se ha permitido creer en Él? ¿ha observado lo que realmente importa? ¿o ha observado lo que no importa?
Es decir, usted no hace su parte y juzga a Dios por no hacer la parte de Él.
Pero, ¿se acercó a Dios? ¿Contó con Dios? ¿Habló con Él? ¿Fue sincero? ¡Pues si! Es esto lo que debería observar para que conozca a Dios en la intimidad.
Así como fue ese hombre, que vio a Dios bendecir a Abraham, y vio que Dios había respondido a su pedido. ¿Y usted? ¿Va a quedarse fuera?