Episodio 126 – Quien cree no permanece en las tinieblas

Episodio 126 – Quien cree no permanece en las tinieblas

¿Quién es Dios y quién es usted?

Bien, usted sabe que Dios es el Creador de todas las cosas. Imagínese a Dios, el Creador, el Dueño, el Padre, Él es el único que crea algo que es eterno. Por ejemplo, el alma del ser humano es eterna, todo lo que Dios crea es eterno.

Lo interesante es que Él, Dios, envió a Su Hijo para salvar a las personas, a la humanidad del infierno. Y, claro, Jesús vino con ese objetivo de salvar y no condenar. Y Jesús exclamó… Si Él exclamó es porque es necesario prestar atención.

«Jesús exclamó y dijo: El que cree en Mí, no cree en Mí, sino en Aquel que Me ha enviado». (Juan 12:44)

Usted que acepta a Jesús, que acepta a Su siervo… Por ejemplo, yo estoy aquí hablando con usted y fue Dios quien me envió a usted. Usted no cree en mí, sino en Aquel que me envió. Porque cuando Dios envía a alguien, es una respuesta a sus preguntas, a lo que está buscando y Dios la atiende. Él ve a todos los seres humanos y los cuida.

Claro que no todos aceptan Su cuidado.

Entonces Jesús dijo así:

«… El que cree en Mí, no cree en Mí, sino en Aquel que Me ha enviado. Y el que Me ve, ve al que Me ha enviado». (Juan 12:44-45)

Es tan lindo nuestro Dios, porque Jesús, siendo Dios, Se vació, Se hizo siervo para hacer la voluntad del Padre. Y cuando Se entregó por nosotros, Se hizo Siervo, Se vació para servir. Entonces, quien mira a Jesús, mira a Aquel que Lo envió: Dios. Y lo mismo sucede con aquellos que sirven a Dios, que se vacían, que quitan de su interior las cosas que no agradan a Dios.

Yo fui deshaciendo muchas cosas en mi vida porque no agradaban a Dios: la ropa, por ejemplo, la conducta, mis actitudes, las elecciones.

Y cada vez que hago eso, que acepto ese cambio para servir a Dios, entonces todas las personas que me ven, no me ven solamente a mí, ven la obra de Dios en mí. Quien me ve, ve la obra de Dios, ve a Aquel que me envió.

Y es eso lo que me gustaría que usted pensara, porque tal vez usted no entiende por qué tiene sus manías y continúa teniéndolas. ¿Vio a esa persona a quien siempre le falta algo, que no se completa, que no es realizado? Tiene alegrías esporádicas, pero no es realizado. ¿Por qué? Porque no hizo la elección de creer en Dios y acatar, aceptar para cambiar por Él. Por eso, se encuentra incompleto.

Piense sobre eso porque, a veces, usted hace de todo para ser servido y, aunque busca ser servido, es incompleto. Pero, cuando empieza a creer en Dios, comienza a aceptar la orientación que Él da. Y cuando hace eso, usted está diciendo, en otras palabras: «A mi manera no funciona. Acataré lo que Tú, Señor, me enseñas. Me sujetaré a Tu voluntad, porque a mi manera no funciona». Así es.

Piense sobre su creer. ¿Acaso su creer en Dios es de hecho y de verdad, o usted solo cree por palabras, que no tienen actitudes de cambio?

Jesús dijo lo siguiente: «Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en Mí no permanezca en tinieblas». (Juan 12:46)

Si yo digo que creo en Dios y miento, adultero, fornico, engaño, soy una persona de dos caras, una en la iglesia y otra en casa, por ejemplo, entonces no estoy creyendo en Dios. Así de simple es lo que dice la Palabra de Dios.

Jesús dijo: «Yo, la luz, he venido al mundo…».

Es decir, la luz es la que revela la verdad, es la luz la que deja todo claro, evidente.

Cuando usted está haciendo las cosas a oscuras, las está haciendo, engañándose.

Pero, cuando las hace de forma clara, no hay miedo, porque está haciendo lo correcto.

Jesús es la luz que vino al mundo, Él nos revela a usted y a mí la verdad. Pero no a todo el mundo le gusta esa verdad, no todo el mundo acepta esa verdad, porque muchas personas quieren continuar en lo incorrecto, en el pecado, en la injusticia, inclusive quieren defender su injusticia.

Por ejemplo, la persona roba, alguien vio que robó y ella, con todos los argumentos posibles, dice: «No, no, no». La cámara lo muestra y ella dice: «No, ustedes me están malinterpretando». Es decir, ¿cuántas personas descaradamente mienten delante de la verdad? ¿Por qué? Porque no aceptan la verdad. Quien no acepta la verdad, no acepta a Jesús.

Entonces, Jesús dijo:

«Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en Mí no permanezca en tinieblas». (Juan 12:46)

Quien cree en Jesús es aquel que empieza a odiar las tinieblas, porque no hay amistad entre el día y las tinieblas, no existe la amistad de la luz con las tinieblas. O usted es de la luz o es de las tinieblas; o le gusta la verdad u odia la verdad.

Quien cree no permanece en las tinieblas, es lo que la Biblia dice, es lo que Jesús dice.

Y la pregunta que le hago es: ¿usted ha permanecido en las tinieblas?

Por ejemplo, los celos, la envidia, los malos ojos, la mala conducta, las malas palabras, usted Le dice una cosa a Dios y hace otra… Entonces, usted prueba quién es, si cree en Dios o no. Porque quien cree en Dios acepta la corrección, acepta la verdad. Esa es la diferencia.

Es como Jesús dijo:

«… todo el que cree en Mí no permanezca en tinieblas». (Juan 12:46)

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