Episodio 120 – ¿Qué significa dar mucho fruto?

¿Quién es Dios y quién es usted?

Bien, pensando en quién es Dios, nada mejor que razonar de acuerdo con Su Palabra. Si usted lee la Biblia, si medita, si busca saber quién es Dios, lee y medita en Su Palabra, verá la riqueza, la Divinidad de Dios, la pureza, Su justicia, y se situará en lo que también usted tiene que hacer.

En lo que también tiene que practicar, en lo que es correcto, en lo justo, en la justicia, de acuerdo con la voluntad de Dios.

La Biblia dice lo siguiente, Jesús lo dice: «En verdad, en verdad os digo que, si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo; pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna.» (Juan 12:24-25). Mire, estoy leyendo muchos versículos que dicen mucho, pero llegaré a lo que queremos hablar hoy: «Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará.» (Juan 12:26).

Lo primero que Jesús dice es que el grano de trigo, no está hablando de la cizaña, está hablando del trigo, es decir, del hijo de Dios «… que, si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo…», es decir, el hijo de Dios, que Lo sirve, debe morir para su voluntad, si no muere, se quedará solo y no dará mucho fruto. Luego Jesús dice que «el que ama su vida, la perderá…». Es decir, si ama su vida no querrá morir para sí mismo: «… y el que aborrece su vida en este mundo, para Vida Eterna la guardará», en otras palabras, la persona que odia su vida en este mundo es la que no está de acuerdo con su manera de ser, con su propia justicia, con sus pensamientos, con su voluntad, odia su vida y necesita la dirección de Dios.

Por lo tanto, esa persona guardará su vida para la Vida Eterna, porque no está de acuerdo con su carne, con su manera de ser, con su voluntad. Ella muere para sí misma, y luego Jesús dice: «Si alguno Me sirve, sígame…», si sirve a Jesús, Lo sigue; no sigue sus impulsos, no sigue sus problemas, no sigue a su familia, al marido, a la esposa, sino que sigue a Jesús.

Así que: «Si alguno Me sirve, sígame; y donde Yo estuviere, allí también estará Mi servidor…», Jesús está activo en la obra del Padre, Jesús hizo la voluntad del Dios Padre. Él estuvo con los afligidos, Se dio a las personas sufridas, a Sus discípulos, Se dio a Dios Padre para hacer Su voluntad, Jesús dice: «Si alguno Me sirviere, Mi Padre le honrará». Si usted sirve a Jesús, Dios lo honrará. Ahora, Jesús dijo, vea, observe: «Ahora mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: «Padre, sálvame de esta hora»? Pero para esto he llegado a esta hora.», Jesús ya estaba en agonía por lo que sucedería, de separarse del Padre y llevar sobre Sí todos los pecados de la humanidad, Él no pecó, pero sería castigado con nuestras injusticias, con nuestros pecados. En ese momento, Le angustiaba, porque el pecado no tiene nada que ver con Jesús, pero Él vino para llevar sobre Sí nuestros pecados.

Claro, para los que asumen su fe en Jesús, «… ¿y qué diré?…», es decir: «Hay un precio que pagar, tengo el objetivo de servir a Mi Padre y no de angustiarme. Esta agonía no es de servir a Mi Padre, sino que es contra Mi voluntad». Él dice: «… ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora», es decir, Jesús dijo: «Señor Dios, sálvame de este momento», luego dice: «Pero para esto vine».

Vea qué interesante, la fe tiene el objetivo de servir, de darle a Dios la vida. Por eso Él dijo que si el grano de trigo no muere se queda solo, pero si muere da mucho fruto. El que muere para su voluntad dará mucho fruto, sin embargo, si la persona no da mucho fruto, ¿qué quiere decir? Que no murió.

Fuerte, ¿verdad? ¿Quién es Dios? Él hizo lo que nos pide, Jesús no hizo Su voluntad, murió para servir, murió para Su propia voluntad y dio mucho fruto, ¿qué fruto es este? Otros que nacieron de Dios, otros hijos de Dios. Por eso Él dijo: «Ahora está turbada Mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora».

Es exactamente lo que sucede. Nuestra voluntad quiere una cosa, pero, cuando sirve a Dios, usted razona de acuerdo con la voluntad de Dios, y no con la suya. Por lo tanto, usted ve lo que quiere. ¿Y cuál es la voluntad de Dios? La voluntad de Dios es que yo Lo sirva. Jesús dijo: «Padre, glorifica Tu nombre…», Jesús dijo: «Yo quiero servirte, Yo vine para esta hora. Padre, glorifica Tu nombre, no estoy buscando Mi gloria»; «Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y Lo glorificaré otra vez».

Observe, oyente, que el Dios Padre habló con el Dios Hijo, vea la lucha que Jesús tuvo para morir por usted, por mí; Él hizo Su sacrificio para que usted y yo tuviéramos la oportunidad de volvernos hijos de Dios; de lo contrario, estaríamos eternamente condenados a causa de nuestros pecados, a través de Jesús podemos alcanzar el perdón.

Pero yo alcanzo el perdón cuando asumo mi fe en Él, si asumo una religión no seré perdonado, sino que seguiré teniendo las mismas actitudes, no moriré para mis voluntades, pero si sirvo a Dios moriré para mi voluntad y cumpliré mi objetivo de servir a Dios, de agradar a mi Padre, que es Dios.

Cumpliré y Dios será glorificado en eso, ¿ya lo pensó? ¿Acaso usted ha generado a otras personas para que nazcan de Dios a través de su testimonio? Así es, esta es una pregunta que habla del mucho fruto, cuando Jesús dijo que si muere da mucho fruto es que otros nazcan como hijos de Dios a través de su testimonio.