Ep.70 – Pedir, buscar e insistir

Pedir, a veces, es una humillación.

Pedir algo a alguien te hace sentir humillado. Y muchas veces, por pensar que la persona no va a atender ni va a dar importancia a tu pedido, acabas ni pidiendo.

Bien, vamos a saber, de manera Bíblica, lo que Jesús dice sobre pedir:

«También les dijo: Supongamos que uno de vosotros tiene un amigo, y va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha llegado de viaje a mi casa, y no tengo nada que ofrecerle; y aquel, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme para darte nada. Os digo que aunque no se levante a darle algo por ser su amigo, no obstante, por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.» Lucas 11:5-8

A veces, la persona incluso gana de tanto pedir, y por eso Jesús dice:

«Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.» Lucas 11:9-10

¿Por qué muchas personas viven perdidas, sin novedad, sin cambio de mente? Los años pasan y esa persona sigue siendo igual, ¿por qué? Porque no habla con Dios, no pide, no busca.

Esta palabra pedir, buscar, llamar, está hablando de una persona que cree.

Cuando tienes fe en Dios, las cosas con las que tienes dificultad, que no se desarrollan te incomodan, esto porque el Espíritu Santo trae incomodidad con aquello que no combina con alguien que cree en Dios.

Quien tiene esta iniciativa de buscar, de procurar, de «poner a Dios contra la pared», es porque cree, y por eso, llama, insiste, ora, habla con Dios. Y la Biblia dice que cualquier persona que pide recibe; y quien busca halla; y a quien llama se le abrirá.

Y te pregunto: ¿has hecho eso? Porque si lo has hecho, tiene que haber resultados, tu fe se desarrolla, no te quedas parado en el tiempo, no te conviertes en una persona religiosa, que tiene información de Dios, pero que vive lejos de las promesas de vida que Él tiene para ofrecer.

Cuando existe esta creencia real, entonces existe resultado, existe la participación de la fe, la insistencia, la sinceridad hacia Dios, y esto es lo que dice el Señor Jesús:

«Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.» Lucas 11:9-10

Y eso es lo que ha estado sucediendo en mi vida, ¿acaso no va a suceder en la tuya?

¿O será que Dios es limitado? ¿Que Dios no te escucha?

La cuestión no es que Dios no te escucha, la cuestión es si has hecho tu parte de pedir, buscar, llamar, insistir. ¡Porque culpar a Dios es más fácil, pero si identificas tu error y corriges, tendrás el resultado que necesitas!

¿Quieres el resultado o el orgullo? Porque el orgullo culpa a los demás. Y quien quiere el resultado se mira a sí mismo y corrige lo que está haciendo mal.

¿Qué quieres: la verdad o la mentira?

Si quieres la verdad, entonces este mensaje llegó a ti, y es motivo para que hables con Dios y quites ese peso de tu vida, ese peso con el que has convivido, como si fuera algo natural, empujado con la barriga.

¡Pero la fe no me hace eso! ¡La fe me hace resolver problemas! ¡Es para eso que creo en Dios! ¡Dios no es un Dios lejano, no! ¡Él es un Dios cercano, Él es Padre!