Ep. 43 – Rechazo al camino de la Justicia

¿Sabías que cuando una persona rechaza el camino de la Justicia, hay una razón detrás de eso? ¡Así es!

«Escuchad otra parábola. Había una vez un hacendado que planto una viña y la cerco con un muro, y cavo en ella un lagar y edifico una torre, la arrendó a unos labradores y se fue de viaje. Y cuando se acercó el tiempo de la cosecha, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. Volvió a mandar otro grupo de siervos, mayor que el primero; y les hicieron lo mismo. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: “Respetarán a mi hijo”. Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: “Este es el heredero; venid, matémoslo y apoderémonos de su heredad”. Y echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará a esos labradores? Ellos le dijeron: Llevará a esos miserables a un fin lamentable, y arrendará la viña a otros labradores que le paguen los frutos a su tiempo. Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los constructores, esa, en piedra angular se ha convertido; esto fue hecho de parte del Señor, y es maravilloso a nuestros ojos? Mateo 21:33-42

«¿Qué tiene esto que ver conmigo, Viviane?»

¡Vamos a entender!

¿Quién rechaza el camino de la Justicia? Aquel que ve con malos ojos, aquel que se siente agredido con la justicia, que se siente amenazado cuando se le dice la verdad, cuando tiene que cambiar.

Quizás estés leyendo este mensaje ahora, y estás en una relación, pero acabas de descubrir que no te conviene, pero deseas insistir en este noviazgo, esa persona tiene una conducta que no combina con la fe, no combina con Dios, esa persona quiere hacer las cosas a su manera, no se toma en serio las cosas de Dios.

Y cuando un siervo de Dios te habla la verdad, ¿qué haces? Lo apedreas con palabras, das tus argumentos, te sientes incomprendido, ¿por qué? Porque quieres lo tuyo, quieres tu reino, y no el Reino de Dios.

El Reino de Dios exige disciplina, y si la persona no quiere adaptarse, pronto se sentirá incómoda con la verdad.

¿Cuántos hijos se rebelan contra sus padres porque les dicen la verdad? ¿Cuántas esposas se sienten incomprendidas por la verdad que sus esposos les dicen o viceversa?

Jesús dijo lo siguiente:

«Porque Juan vino a vosotros en camino de justicia y no le creísteis,..» Mateo 21:32

Creer es una elección. Cuando viene el camino de la Justicia, cuando la verdad sale a la luz sobre lo que tienes que dejar de hacer, dejar de ser, dejar de alimentar, dejar de errar, eliges creer en la verdad o creer en tu propia voluntad.

Porque la gente dice que le gusta la verdad, no le gusta ser engañada por nadie, pero en lo que respecta a su voluntad, no quieren ceder ante la justicia.

« … pero los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, ni siquiera os arrepentisteis después para creerle.» Mateo 21:32

Es decir, los pecadores, los que reconocieron sus fallas, estos creyeron, cuando se les dijo la verdad, aceptaron. Este creer es aceptar la verdad, es corregirse a uno mismo, es reconocer sus errores, es admitir que se ha equivocado y no quiere seguir errando, no quiere seguir gustando del error.

Sin embargo, muchas personas, incluso después de ver a otros arrepentirse, cambiar de vida, no creen. Ni después del tiempo que Dios les da, ni después de tantas pruebas de que el arrepentimiento le hace bien a la persona. A pesar de todo esto, aún quieres dejar que prevalezca tu voluntad, entonces ahí está la razón por la que una persona rechaza el camino de la Justicia.