El ADN de Dios

Viviane Freitas

  • 5
  • Dic
  • 2012

El ADN de Dios

  • 5
  • Dic
  • 2012

“Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.” (Lc.1:34)


El ser de Dios, el volverse de Él o el hecho de Él ser generado en nosotros, algo inherente a Su naturaleza no se debe a la intervención humana, porque nadie tiene la capacidad de plantar en nosotros esa semilla, sino el Espíritu de Dios.

Lo que hace a la persona nacer de Dios, no es la fuerza de voluntad que tiene cualquier ser humano, o la proximidad de alguien “poderoso” sea este quien sea…

Entonces, ¿cómo empieza esto?

En primer lugar, con el Carácter: Apartándome de aquello que me corrompe; que desagrada a Dios.

Por ejemplo: Hay personas que están en un proceso de auto-descubrirse.
Entonces, ya comenzaron a apartarse de aquello que les perjudica.
Esto culminará en la entrega total – 100% – que revolucionará para siempre sus vidas.

Cuando esto ocurre, es porque ha habido de tu parte, sin ningún otro tipo de intervención – ni siquiera la de Dios – la actitud de renunciar a tus propios deseos.

Exterminaste todo aquello que te mantenía apartada de Dios y, con esto, el Espíritu Santo descenderá sobre ti, no impulsado por la influencia humana, sino como resultado de tu relación personal con Él.

María no tenía el Espíritu de Dios, y, aún así, se mantenía “pura”, integra, en su carácter y conducta.

“El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra…” (Lc.1:35)

Pero, para que este proceso de lugar, debemos resguardar la pureza interior y negar todo lo que es contrario a la voluntad de Dios. Sólo así, Él encontrará lugar para plantar en nosotros una semilla, y generar, en nuestro interior Su ADN.

Los años pasan, y siempre existirá “mi querer”, que dictará las elecciones…
Por eso es importante priorizar a Dios; no porque la Biblia nos enseña, o la Iglesia lo dice, sino porque Lo deseo, con todas mis fuerzas.

Cuantos más pasos doy en dirección a Dios, más me aproximo a Él. Y esto ocurre, independientemente de cualquier circunstancia terrena.

Si decido creer… ¡Donde yo esté, allí también estará Su Espíritu, porque pasea sobre toda la Tierra, y Se hace fuerte con aquellos cuyo corazón es totalmente de Él!

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4 comentários

  1. Gracias senora por el mensaje, con este crecimiento espiritual leyendo la palabara me favorece en los tiempos dificiles y tiempo agradables, permanecere firme en el Senor Jesucristo.

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  2. Buenos días, Sra. Vivi

    Este artículo me recuerda a un versículo del Evangelio de Juan que estoy leyendo cada día y en que estuve meditando
    «Porque no nacieron de la sangre ni de la voluntad de la carne, sino de Dios…..»

    Dios quiere plantar la semilla, pero para ello debemos negar todo lo que nos separe de El para que encuentre lugar.

    Un saludo

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  3. cuando llegue a la iglesia, queria desesperadamente ,cambiar, el Espíritu Santo, me mostro como y que debia hace, o que necesitaba o no necesitaba hace rmás.Apartandome de toda influencia de este mundo, llego el momento en que ÉL tomó pocesión de mi.

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  4. Es verdad, mientras dejemos de lado las cosas de este mundo es más fácil que tengamos el ADN de Dios que nos acompañará siempre en todos nuestros caminos.

    Muchos saludos y abrazos.

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