Cuarentena – Dia 32

Viviane Freitas

  • 27
  • Feb
  • 2013

Cuarentena – Dia 32

  • 27
  • Feb
  • 2013

“En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de la región de Iturea y Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, durante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados; como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías: VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: «PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, HACED DERECHAS SUS SENDAS. TODO VALLE SERA RELLENADO, Y TODO MONTE Y COLLADO REBAJADO; LO TORCIDO SE HARA RECTO, Y LAS SENDAS ASPERAS se volverán CAMINOS LLANOS; Y TODA CARNE VERA LA SALVACION DE DIOS.” (Lc.3:1-6)

En mi opinión, lo que hay que destacar es que habían dos sumos sacerdotes Anás y Caifás: pero… ¡la Palabra de Dios vino a Juan!

¿A quién llega la Palabra de Dios?

¿Al sacerdote? ¿Obispo? ¿Obrera? ¡¿Esposa de pastor?!

La Palabra de Dios llega a quien la busca; ¡al que está atento! Tengas o no una posición en la Iglesia lo importante es revelar esa sed de Dios… Sed, para llevar una vida sincera; libre de todo y cualquier error.

A estos, ¡Dios se revelará!

De hecho, no somos perfectos, a semejanza de Juan. Por eso él hablaba con osadía, predicando el arrepentimiento. Porque también él era imperfecto…

Pero lo que queda claro, es que la persona de Dios vence sus errores; sus pecados.

Aunque también “sienta”, opta por dominar los sentimientos… Rechaza todo aquello que es impuro, que le hace mal.

Cuando vivimos la Palabra de Dios, tenemos la osadía y la autoridad para “atacar” el pecado y hablar sobre el arrepentimiento. ¡Esto es porque ya lo hemos vencido!

Sobrepasamos nuestro error.

Por eso hubo una “ inversión” por parte d e Juan, en recorrer toda la vecindad, con el fin de dar a conocer la Verdad. Porque primero le fue fue transmitida a él.

Cuando la Palabra de Dios viene a mí, y la práctico, venciendo mis errores y temores, me vuelvo una persona fuerte y descubro un “arma” para enfrentarme a los obstáculos ¡sin miedo!

Por eso vemos que Juan predicaba, hablaba e invertía su tiempo en la remisión de pecados.

Cuando hay de nuestra parte un “grito” de socorro y de esta forma alcanzamos el bien del Señor y su misericordia, también empieza a haber un “grito” para salvar a los que están sufriendo.

Como hemos percibido por los comentarios, experiencias de personas que se estaban muriendo, incluso dentro de la Iglesia, y hasta con “título”… Y ¿esto por qué?

Porque no están vigilando, sino siguiendo a la multitud; simplemente hacen parte de un “ritual” …

Dios habla con nosotras todos los días, ¡Sólo tenemos que estar atentas!

Y cuando superamos, sorprendemos y “arrancamos” todo el mal que impedía nuestra “libertad”, entonces empezamos a tener ese “grito” de ganar almas. Rescatar personas que estaban presas en el abismo, como nosotras estábamos.

“VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, HACED DERECHAS SUS SENDAS.”

Aquellos que están atentos; lucharon contra su pecado y clamaron en medio del desierto, tendrán la osadía, no sólo de hablar de esta preparación, sino también de enderecharse a sí mismos, transmitir a otros la Verdad.

“TODO VALLE SERA RELLENADO, Y TODO MONTE Y COLLADO REBAJADO; LO TORCIDO SE HARA RECTO, Y LAS SENDAS ASPERAS se volverán CAMINOS LLANOS; …”

¿Qué significa?

Aquellos “altos y bajos” de tu fe, serán nivelados. Habrá una transformación; los caminos torcidos, como aquello que te seduce y te hace abandonar la fe, serán rectificados…

¿De qué forma?

¡A través del arrepentimiento! Y esto no es remordimiento o sentimiento, comparado a una tristeza agonizante, como si fuese el infierno.

El arrepentimiento revela actitud; odio en contra del pecado. Te hace ser activa en tu fe, y no quedarte “lloriqueando”, pensando en lo que has hecho o dejado de hacer. El arrepentimiento te hace ir con toda la fuerza en contra del pecado, y no volver a hacerlo nunca más.

Tendrás paz y ya no serás seducida por los sentimientos…

Incluso los caminos “ásperos”; los más difíciles, serán aplanados.

Cuando la Palabra de Dios viene a ti y te limpia, jamás serás vencida por ningún tipo de pecado, error o sentimiento. ¡Serás libre!

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2 comentários

  1. Dios es quien más apoya nuestros sueños. el dice que podemos alcanzar lo que queramos y cuando la palabra de Dios viene a nuestro encuentro limpiandonos jamás seremos vencidas por ninguna incredulidad. ¡seremos libres!.

    Aura Sandra
    Atocha
    Madrid.

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  2. Amen! Esta palabra es muy fuerte! No somos perfectas, pero cuando uno vive en obediencia para con la Palabra de Dios puede hablar con osadia, porque sabe de lo que hable y de Quien! Muchos por eso nos consideran atrevidas, intrepidas y hasta orgullosas, pero eso no tiene absolutamente nada que ver… Esa osadia es pura certeza de que somos escuchadas por Aquel que promete y sin duda tambien seremos respondidas debido a las acciones tomadas, no siguiendo a la iglesia o institucion pero al Autor de esa Palabra en la que una vive.

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