Cuarentena – Dia 14

Viviane Freitas

  • 31
  • Ene
  • 2013

Cuarentena – Dia 14

  • 31
  • Ene
  • 2013

“En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Elisabet. Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.” (Lc. 1.39-44)

Hubo por parte de María, una voluntad, una actitud en relación a lo que el ángel dijo. ¿Recuerdas?

Cuando oras y recibes alguna dirección dices; “¡Heme aquí!”, pero son tus actitudes las que revelan si lo dijiste con sinceridad.

En aquella situación, única en toda la historia, María ya estaba embarazada, y corría el riesgo de morir por haber concebido sin estar casada… aun así, se dispuso inmediatamente a cumplir lo que le había sido revelado.

Cuando tenemos disposición y somos guiados por la fe inteligente, no esperamos que las cosas acontezcan, sino que nos disponemos a tomar actitudes inmediatamente.

Una mujer, embarazada, en un lugar complicado… Una región inhóspita, rodeada de montañas

Nosotras mujeres, cuando somos sorprendidas, solemos reclamar…

¡Pero María no!

Lo que ella le dijo al ángel, antes de que se fuera, inmediatamente lo cumplió.

Fíjate en que la disposición no depende de tu madre, padre o marido… Si las personas te apoyan o no. ¡Es independiente de todo y de todos!

“…la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo.”

La presencia de Dios nos hace “estremecernos”. Por eso, a veces nos sentimos “agitadas” por la revelación que recibimos, incluso a través de esta Cuarentena.

Estas palabras no son dichas por una filosofía o religión… Si no me hubieran llegado a mí primero, jamás te hubiera transmitido Vida. Pero como han llegado a mi vida, también te las paso.

“¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!”

Ves que Elisabet también había sido visitada por el ángel antes que María, también estaba embarazada de un hombre de Dios que prepararía el camino para el Señor Jesús.

Normalmente, la mujer se compara

Elisabet podría haberse comparado con María, sabiendo que ésta generaría al Señor Jesús, y ella “solo” al que prepararía Su camino…

Pero cuando la persona está poseída y envuelta por el Espíritu Santo, ella adora a Dios; Le exalta. Por eso, no se considera inferior ni se declara superior.

Ella exclamó: “¡Bendita tú…”, llena del Espíritu Santo.

Cuando alguien tiene envidia, se compara, mira lo que no tiene y no valora lo que tiene – muestra malos ojos y, seguro que no está llena del Espíritu Santo.

Cuando la persona se compara, alimenta lo que siente.

¿Por qué no alimenta la Verdad, encara la realidad y lucha por lo que quiere traer a la existencia con Dios?

Una persona llena del Espíritu Santo, no ve la posición, sino la gracia de Dios.

“¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?”
Ella se siente indigna de ser visitada por la madre de Su Señor. Y María no le había revelado nada de lo que pasó aún… ¡Se lo reveló el Espíritu Santo!

Y eso pasa con Dios… Él habla contigo cosas que yo no te digo porque soy limitada. Pero el Espíritu Santo es quien convence. Yo no tengo ese poder, ¡pero Él sí!

¿Para qué sirve Dios en tu vida? ¿Para aparentar? ¿Para pronunciar el nombre de “Dios”? ¿O le has entregado tu vida?

Es inevitable obtener fuerzas sorprendentes que vienen del propio Dios cuando le entregas a Él tus debilidades.

No lucho por la perfección, pero lucho por perfeccionarme. No espero que seas perfecta, sino que dependas y encuentres en Dios a tu mejor Amigo, y que dependas de Él todos los días.

Esta cuarentena pretende concienciarte de que no necesitas de las personas, sino solamente de Dios, y para que entiendas que la Palabra de Dios no es una religión, ¡existe! es real y trae a la existencia lo que no existe…

Y eso es lo que quieres… ¡por eso estamos aquí!

Con la participación de Dios en tu vida, obviamente, conquistarás el resultado tan esperado.

“Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.”

¿Sabes cuándo vas a alegrarte?

Cuando permitas que Dios te revele Su voluntad. Y no será una alegría externa, pasajera, que todas las personas verán…

Será algo que estará en tu interior, ¡la certeza!

Eres tan valiosa que Dios entregó Su Mejor, Su Hijo, por ti.

Aunque te hayas equivocado en el pasado, ya no importa. Todo se hará nuevo, en el momento que asumas tu fe en Él.

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2 comentários

  1. asi es sra, su comentario lo dice todo… con DIOS es TODO o NADA……debemos entregarnos en CUERPO ALMA Y ESPIRITU depositar nuestra vida en el ALTAR……….la religion ,la dudas y a veces hasta la familia nos separa de DIOS……..Nuestras actitudes son las que definen la semilla que sembramos y lo que cosechamos, bendiciones

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  2. y si Sra realmente estoy aprendiendo con la Cuarentena aquello que nunca escuche,ni mi entendimento e permitia captar.-…. y dia a dia en la practica estoy viendo

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