Ayuno – Día 5

Viviane Freitas

  • 28
  • Mar
  • 2013

Ayuno – Día 5

  • 28
  • Mar
  • 2013

El Espíritu Santo – Definición

“Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre Jefté, y pasó por Galaad y Manasés; luego pasó por Mizpa de Galaad, y de Mizpa de Galaad fue adonde estaban los hijos de Amón. Y Jefté hizo un voto al SEÑOR, y dijo: Si en verdad entregas en mis manos a los hijos de Amón, sucederá que cualquiera que salga de las puertas de mi casa a recibirme cuando yo vuelva en paz de los hijos de Amón, será del SEÑOR, o lo ofreceré como holocausto (…) Cuando Jefté llegó a su casa en Mizpa, he aquí, su hija salió a recibirlo con panderos y con danzas. Era ella su única hija; fuera de ella no tenía hijo ni hija. Y cuando la vio, él rasgó sus ropas y dijo: ¡Ay, hija mía! Me has abatido y estás entre los que me afligen; porque he dado mi palabra al SEÑOR, y no me puedo retractar.” (Jueces 11:29-35)

Mira lo que pasó con Jefté: ¡Él estaba decidido! Si venciese la batalla, cumpliría el voto. El primero que saliese a su encuentro, de su casa, ese sería de Dios.

La primera característica que me llama la atención en estos versículos: ¡Definición!

No había posibilidad de volver atrás, porque quien está decidido no retrocede. Y está decisión es su fuerza; un punto final. No hay otra opción.

Lo mismo pasa contigo, que estás buscando el Espíritu Santo…

Leyendo los versículos de encima vemos que Jefté, aunque no era época del bautismo con el Espíritu Santo, sin embargo, tenía el Espíritu de Dios sobre Él, y le hizo actuar con definición.

Y hay muchas personas que no son dignas de recibir el Espíritu de Dios, porque no van a la Iglesia definidas, se basan en conversaciones ajenas; se incluyen en los 21 Días de Ayuno, pero no definen su indignación o tienen un objetivo fijo.

Cuando hablan con Dios, no revelan una dirección. Lo que sale de sus labios es: “Gloria, Gloria, Gloria…”. Palabras que no son sinceras; sin rumbo. ¡¿O acaso dices a tu marido, o a quien amas: “Te amo, te amo, te amo…!?” Si quieres el Espíritu Santo, ¡dile directamente que Lo deseas!

Muchas personas llaman al Espíritu Santo, de cualquier manera.

Cuando estamos decididas a hablar con Dios y recibir algo de Él, ¡tenemos fuerza! Y de esta forma, alcanzamos Su respuesta.

Como ocurrió con Jefté: ¡Él tuvo tanta fuerza para hacer el voto, como para cumplirlo!
¡Si empiezas mal, terminarás mal! Te quedarás frustrada, y además desacreditada.

Muchas personas son incrédulas dentro de la Iglesia: “ ¡Ah, yo ya lo hice; está vez no lo voy a hacer!” Piensan que ya han hecho todo, como si Dios estuviese equivocado y ellas están en lo correcto.

Querida amiga, ¡Dios no está equivocado! Quien se equivoca es la propia persona, por la forma en la que actúa.

Tú debes comprobar la manera como buscas el Espíritu Santo: Si Lo deseas, ¡define tu fe! Ves hoy, decidida, y marca los días y los horarios correctos. ¡Y nada podrá impedirte alcanzar ese objetivo!

El diablo intentará de todas las formas, con situaciones distraerte, pero muéstrate a ti misma, al diablo y a Dios, cual es tu fuerza. Si te distraes, es porque no estás definida, con un objetivo fijo.

¡Te has entregado a esa situación, porque no Lo mereces!

En realidad, cuando recibimos el Espíritu de Dios, fue porque dimos de nosotras.

Y es imposible, de esta forma, que Él no actúe en nuestra vida. Él nos desea, nos valora, por eso no quiere que actuemos de cualquier forma; religiosa, sino de la forma correcta, ¡para que alcancemos lo Correcto!

No seas injusta, para recibir al Justo.

Debes ser justa, dando prioridad a tu objetivo.

Mañana, sabremos más al respecto del poder del Espíritu Santo.

Estate “pendiente” del Blog.

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