Ayuno – Día 4

El Espírito Santo: Acción

Durante estos días, muchas personas serán libres, principalmente del engaño: Por los hechos, podrás evaluar si tienes o no el Espíritu Santo. Y sino lo tienes, ¡búscalo con todas tus fuerzas!

“Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre Gedeón, y éste tocó la trompeta y los abiezeritas se juntaron para seguirle” (Jz.6:34)

El Espíritu Santo reviste a la persona bautizada. Si antes era débil, ahora empieza a tener un Espíritu de actitud. Dios la reviste con una actitud totalmente diferente de la que tenía antes de su bautismo con el Espíritu Santo.

¡Este es el poder de Dios! No es algo superficial o una “magia”. ¡No! Requiere de cada una de nosotras una creencia.

Cuando yo creo en Dios y tengo en mi Su Espíritu, no tengo miedo de tomar actitudes.

No sé lo que vendrá adelante, pero si el Espíritu de Dios está sobre mi, no hay nada que pueda detenerme.

Y este revestimiento se manifiesta en la característica que anteriormente no teníamos: ¡La capacidad de acción; de tomar actitudes!

¡¿Cómo alguien bautizado con el Espíritu Santo puede ser una persona parada; sin acción, o con miedo de actuar?!

Me acuerdo que participé de una campaña de Israel y me lancé con todo lo que Dios me había pedido. ¡Y Dios me respondió!

La primera semana que llegué a Portugal, fui a comer con las primeras esposas que conocí aquí en Portugal. Pregunté “¿Tú eres tímida?” Y una de ellas me respondió inmediatamente: “¡Si, yo soy tímida!”

¡En el momento en que oí la respuesta, vino sobre mí un odio tan grande! Miré fijamente a sus ojos y dije: “¡Pues yo odio la timidez!”. Mostrando que no estaba satisfecha con aquella reacción…

Miré hacia mi, y me di cuenta que no era Viviane hablando, ¡sino el Espíritu de Dios!

Cuando tu mayor deseo es agradar a Dios, y estás delante de personas que se conforman con la debilidad de su fe; que piensan que la timidez es algo normal, no te puedes ocultar y lamentarte. Yo hablé directamente con el problema, y sé que no fui yo. ¿Por qué?

¡Porque el Espíritu Santo es certeza!

Cuando estás llena del Espíritu Santo, tienes actitudes diferentes. ¡Miras al sentimiento; al problema que te debilita, como una afronta que se ríe en “tu cara”!

El Espíritu Santo reviste a una persona cuando esta permanece atenta; no está “por estar” o hace “por hacer”, sino que quiere servir a Dios plenamente.

Yo no necesitaba a alguien que fuese tímida, ese no era mi objetivo.

Tú, que estás participando en estos 21 Días, y dices que niegas muchas cosas, como TV, películas y actividades que te distraen… Querida amiga, quien está llena del Espíritu Santo, no se deja distraer por nada, porque tiene un objetivo firme, que la impide ser seducida por los sentimientos o preocuparse por el pensamiento ajeno.

¡Existe una certeza!

Y existía esa certeza dentro de mi.

Quedó una “nube” extraña flotando en aquel momento, como si fuese un “Extraterrestre”, pero yo estaba segura; sabía lo que quería.

Cuando hay esta certeza, la persona toma una actitud, aunque sea contraria a la opinión de las otras; ¡ella no tiene miedo!

Si piensas de forma negativa: “¡Fuiste mal educada!”

Medita: ¿Y Josué, que habló con el sol y la luna? ¿Y David, que dijo, delante de todos los pueblos: “Quién es este incircunciso?”. Dime una cosa: Piensas que el Espíritu Santo es sentimiento y connivente con el error?

Entonces muéstrame esto a través de lo que está escrito, ¡que él es así!

Aquellos que manifestaron el poder de Dios a través de sus vidas, no eran conniventes con el error. Actuaron definidos; no eran permisivos con los sentimientos. No existían amistades, mujeres u hombres que los desviase de su Meta.

Nadie tiene la capacidad de limitar a una persona que está revestida por Dios; llena del Espíritu Santo.

¡Ella está decidida! Toma actitudes.

Si realmente deseas el Espíritu Santo – la Verdad – vas a buscar este poder. Y cuando lo tengas, no serás cobarde, o temerás hablar la verdad. Porque Él odia la injusticia y el pecado, que te ha hecho miserable y pobre.

Tanto es así que tu oración está marcada apenas por el llanto, por lamentaciones, pensando que vives un indignación, cuando esto no es más que un sentimiento.

Esto no es el Espíritu de Dios, porque Él reviste a la persona, quita la “capa” y te hace tomar actitudes.

Si realmente estas determinada, vas a ir a la Iglesia hoy, definida: ¡No seré seducida por comentarios!

Ves en tu fuerza porque eso agrada a Dios, y con estos, Él se identifica.

Y si estás realmente determinada, ¡entonces serás bautizada con el Espíritu Santo!

Hasta mañana.