Autoestima

La autoestima está unida a como usted se conoce a sí misma. Normalmente las personas no se conocen, y por eso se consideran inferiores, no ven en sí mismas condiciones, se ven feas, y algunas incluso colocan un rótulo de: «no consigo, no puedo, soy burra, soy fea, etc..

Cuando tiene una visión negativa a su propio respecto es porque no conoce sus puntos fuertes. ¡No se ama, no se respeta, no se valora!

Autoestima engloba auto-confianza y auto-aceptación. ¡Quien anda con la autoestima baja vive en la duda! ¡Esa es la verdad! ¿Cómo puede aceptar decir creer en Dios y dudar de sus condiciones? ¡No adelanta decir que cree en Dios y no creer en sí misma! ¡Las personas no van a creer en usted si usted misma no lo hace!

Normalmente se relaciona la autoestima a la belleza, apariencia, pero yo veo eso como consecuencia… Una persona con autoestima y confianza en si misma traza sus objetivos y los alcanza, no desiste mientras no los ve realizados. Una persona que se ama se valora, y sus actitudes lo muestran a las personas, que pasan a respetarla y valorarla, porque lo hace consigo misma. Y también se cuida. Por amarse, invierte en sí mismas, primero en su alma, cuida de ella, ¡la alimenta con la obediencia a la Palabra de Dios!

Pero tiene un secreto que la hace tener la autoestima alta: Es su Encuentro con Dios.

¡Cuando usted nace de Dios, se ve poderosa! ¡Es verdad! ¡Su visión sobre usted cambia! Se vuelve incluso más bonita, pues cambió de dentro para fuera; donde existían el vacío y las tinieblas, ahora hay Luz, Paz. Sus ojos brillan, su semblante transmite lo que esta dentro de sí.

Esa autoestima que viene de Dios, hace de usted una mujer diferente, única. Por valorarse, no se compara, no envidia otras personas, no se coloca hacia bajo, pues tiene fuerzas para ultrapasar sus imperfecciones y mejorar a cada día.

¡Amiga, valórese pues Dios la valora!

Seguiremos hablando de ello.