Alguien se estaba muriendo

Antes de conocer el Godllywood, pensaba que estaba todo bien; yo era una esposa de pastor «normal»: salía a evangelizar, trabajaba en las reuniones, atendía al pueblo…

Hacía todo lo que «normalmente» hace una esposa de pastor. Sin embargo, dentro de mí habían muchas cosas feas, que sólo las descubrí cuando comencé el Rush.

En primer lugar, cuando escuché hablar del grupo, pensé en algo físico, que podría mejorarme como persona, para aprender. No imaginaba que ese cambio comenzaría en mi interior, porque en mi visión limitada, todo estaba bien. Inclusive había pasado por un desierto y lo había «superado».

Pero lo que Dios quería mostrarme era algo mucho mayor, no era simplemente algo físico, sino, espiritual. De dentro hacia afuera. No quería verme, y descubrir lo errada que estaba. Siempre buscaba escusas para mis fracasos.

Comenzó el Rush. Me acuerdo, que recibí un email con una invitación para el grupo. Yo respondí de inmediato, que sí, pues estaba en búsqueda de una transformación, sin embargo hasta entonces, incluso la palabra transformación para mí era una palabra «desconocida».

Yo la usaba mucho para orientar las personas, sin embargo desconocía su real significado.

Cuando recibí las tareas, vino aquella sed de descubrir, quien realmente era yo, por eso, veía cada tarea como una verdadera oportunidad de ser diferente, yo buscaba en cada tarea ver lo que yo no tenía, por ejemplo: intimidad con Dios, aún en las tareas más «sencillas», como poner una mesa, hacer ejercicios, usar falda …

Un día, estaba haciendo ejercicios, y comencé a pensar en esta palabra – transformación – fue cuando Dios habló conmigo, como si Él estuviera delante de mi: ¿quieres saber el verdadero significado de la palabra transformación? Entonces ¡ Voy a mostrártelo!

¡Cada instante lo que me era revelado era muy duro! Puedo decir que me dolió mucho, comencé a ver lo insoportable que era, pobre, tímida, miedosa, orgullosa… Un día me paré en medio de la calle y comencé a llorar desesperadamente, parecía que había muerto alguien – en realidad, alguien estaba muriendo – Claudia, sin amigas, la misma que tenía miedo de darse a conocer a las personas, porque si lo hiciese conocerían que era fría.

Claudia, quien hablaba sin pensar, y cuando pensaba, pensaba errado, creyendo que aquella era la manera de expresar mi sinceridad, y que las personas admirarían mi sinceridad…en aquel momento de dolor, fue cuando cogí el teléfono, en medio de la calle, temblando y llorando, y mandé un mensaje de texto, a mi Big Sister. No fue fácil, tenía miedo de mostrar lo que había dentro de mí, sentía asco de pensar, cómo pude ser así, tan desagradable durante tanto tiempo, cómo mi esposo me aguantó, yo también era así con él… Descubrí tantas cosas, en todas las áreas de mi vida, siempre que buscaba algo, lo encontraba, había decidido no ser más la misma persona.

Eso me llevó a actuar, fue cuando comencé a ver los resultados, contrarios a los que yo ya veía durante años de engaño.

Dios hoy quiere hacer la diferencia en cada una de nosotras, sin embargo tiene que haber de nuestra parte esta sed insaciable, sed de querer cambiar, de querer ser diferente, de querer matar esa naturaleza que nos hace parar en el tiempo… yo maté esa naturaleza, salí del engaño, cambié mis actitudes.

¡Piensa ahora!

¿Cuál es tu situación?

El diablo ha engañado a muchas personas, haciéndolas pensar, que todo está «bien», que no necesitan de Dios, que no necesitan entrar en el grupo, que ellas pueden cambiar cuando quieran…

Sin embargo, ¿cómo cambiar cuando se vive engañada? ¿cómo cambiar sin reconocer el error? ¿cómo cambiar si no conseguimos ver quién realmente somos?
Hoy, yo veo que Dios creó Godllywood para salvar. En este grupo están Grandes mujeres de Dios, que son usadas para ayudar y auxiliar en todo lo que sea necesario, siempre respetando nuestro espacio, sin embargo siempre dispuestas a usar la valentía para arrancar todo lo que es impuro.

Amiga, Dios no quiere que seas una más en medio la multitud, ¡la voluntad de Él es que hagas la diferencia!