Actitud del creyente

Viviane Freitas

  • 12
  • Dic
  • 2014

Actitud del creyente

  • 12
  • Dic
  • 2014

Hola a todos los internautas, es un placer estar aquí con vosotros, tengo la certeza que también es un placer para ti estar con nosotros, podemos decir con nosotros porque el Espíritu Santo está entre nosotros, y ¿por qué está entre nosotros?



Porque amiga internauta yo no puedo llegar aquí y demandar de ti algo que no existe dentro de mi, la misma demanda de fe que tú sientes en relación a lo que hemos hablado en el Blog, es la misma demanda que yo tengo hacia mi misma, aquel que sirve en el altar, no puede estar viviendo de palabras, de predicación apenas, tiene que estar con su propia vida siendo una ofrenda, un sacrificio vivo constante en el altar de Dios.

Sino se vuelve un creyente, apenas habla de las cosas de Dios, hace las cosas bien, y no hay ninguna diferencia, nada nuevo, no hay nada revolucionario en su propia vida ¿por qué? porque ha actuado de una forma religiosa.

Yo no acepto esto amigo internauta, no acepto tener ese tipo de fe, de creencia, de un creyente, de un religioso. Por eso estoy siempre activa, estoy siempre vigilando, ejercitando mi fe, yo no puedo parar en el tiempo, las cosas que ocurrieron en el pasado, los testimonios que ya he comentado con vosotras, de lo que ya ha ocurrido en mi vida, pasó, yo tengo que vivir de la fe de hoy, yo tengo que estar activa hoy, lo que pasó pasó.

Amiga internauta, hoy yo quiero hablar del tema de la actitud del creyente, porque hay muchos que en la Campaña están vigilando, están sacrificando, … pero después de la Campaña no… Estamos a 12 de Diciembre, viernes y el día 14 que es el día en el que vas a presentar tu sacrificio, no puede ser un punto y final – ¡Ah! Yo hice todo – ¡No! Si tú estás participando del sacrificio, tu sacrificio tiene que continuar, ¿cómo? con lo que has aprendido durante el sacrificio. Estando atenta, no volviendo a los errores que cometías antes, no relajarte en la fe, por eso quiero que prestes mucha atención en la actitud del creyente:

“Y Acab llamó a Abdías que era mayordomo de la casa. (Y Abdías temía en gran manera al SEÑOR; pues sucedió que cuando Jezabel destruyó a los profetas del SEÑOR, Abdías tomó a cien profetas y los escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua.) Entonces Acab dijo a Abdías: Ve por la tierra a todas las fuentes de agua y a todos los valles; quizá hallaremos hierba y conservaremos con vida los caballos y los mulos, y no tendremos que matar parte del ganado. Y dividieron la tierra entre ellos para recorrerla; Acab se fue solo por un camino, y Abdías se fue solo por otro.” (1Reyes 18: 3-6)

ÉL fue solo, Dios no fue con Él. Amiga internauta sino usas tu fe estás sola, si yo no uso mi fe, estoy sola. Yo puedo temer a Dios, hacer caridad como fue el caso de Abdías que escondió a 100 profetas para que Jezabel no los mate, hizo lo correcto, temía a Dios; pero no es suficiente apenas dar diezmo, dar tu ofrenda, no mentir, no robar; así estás preservando tu salvación, pero no estás previniendo tu salvación, porque lo que previene tu Salvación es la fe, la fe practica, la fe que revoluciona, te hace ser una persona que cuando entra en la presencia de Dios estés viviendo aquel momento.

EL creyente que apenas hace lo que es correcto, apenas obedece, apenas no hace lo que está errado, pero es acomodado, no sacrifica.

Abdías tuvo miedo de Jezabel, temía Abdías – Yo voy a salvar a los siervos de Dios – pero hasta aquellos siervos de Dios estaban acomodados, eran 100 profetas pero en los que no había ninguna profecía, es decir, la palabra de aquellos profetas estaba vacía, porque ellos tuvieron que esconderse.

Fueron escondidos por Abdías en una cueva, “refugiados”, siendo sustentados por Abdías con pan y agua, ni los profetas, ni Abdías estaban atentos, ¿y qué es lo que nos hacer ser atentas? Cuando existe una creencia dentro de nosotros, cuando existe una fe viva, la fe viva que aviva nuestro espíritu, que nos hace exigir de nuestras actitudes una entrega, un desafío, un odio en contra del pecado, oponerte en contra del mal, en contra del trabajo del diablo. Puedes ver que Abdías y los otros 100 profetas no se oponían en contra del trabajo del diablo, estaban allí, permitían que todo aconteciese y no hacían nada.

Yo te pregunto algo, tú tienes varias afrontas del diablo en tu casa, en tu trabajo, en todo lugar ¿y tú apenas haces caridad, tú solo oras, hablas con Dios “Oh Dios cambia a aquella persona…”? ¡Pero tú no haces nada! observa que el Espíritu Santo, Dios, se sujeta a tu espíritu, Él depende de que tu tengas esa fe viva…

El Espíritu Santo no puede hacer el trabajo cuando tú te limitas, cuando tienes miedo, cuando tienes que esconder a los profetas, cuando tienes que esconderte, tienes miedo de lo que el diablo puede hacer, tu no afrontas el trabajo del diablo, eres Abdías, no adulteras, no mientes, haces todo bien, pero has actuado de forma cobarde, miedosa, y eso no es la fe que agrada a Dios.

La Palabra de Dios dice “…sin fe es imposible agradar a Dios…” Tú ya has conquistado, ya has aprendido a temer a Dios, pero no estás activa en tu de, no estás agradando a Dios.

Entonces amiga, quiero que hagas una reflexión de tu vida, porque el día 14, el día del sacrificio, no es apenas para que lo presentes y te quedes con los brazos cruzados, es para continuar, es para que afrontes el trabajo del diablo, es para violentar los sentimientos de miedo, violentar lo que te hace ser acomodada, ser anulada en tu fe, ¡vamos levanta! No seas tímida, no tengas miedo, ¡pon fuego en tu ofrenda! No sólo el día 14 ó durante estos días que estás viviendo, sino de aquí hacia delante.

Comprométete a ser una persona diferente, que cuando pises aquel Altar no salgas de ahí de la misma forma, ¡que no aceptas ser más aquella persona anulada, insegura, cobarde, con miedo de los desafíos! ¡Negativo! Levántate de esa frustración, levántate de esa actitud de creyente y sé un hombre, una mujer de Dios como tienes que ser, representando a Dios aquí en la tierra, ¿cómo? con la actitud que tienes que tomar, de Dios, de poder, aquellos siete espíritus de Dios tienen que hacer parte de ti, no sólo el temor del Señor, tienen que ser además los otros seis más espíritus de Dios, tienen que estar en ti, tú tienes que cazar eso amiga internauta, sé inteligente, usa tu fe.

Un fuerte abrazo para vosotras, y hasta el lunes.

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

2 comentários

  1. Buenos días; realmente esa es la realidad, sino vivimos lo que predicamos, nos hacemos como esos maestros de la ley que enseñaban mucho pero que practicaban nada!… Si yo no vivo lo que enseño ese fuego del Altar tarde o temprano consumirá mi vida!- Por el contrario cuando practicamos recibimos vida,
    No puedo estar con esa fe muerta, siendo una religiosa dentro de la iglesia pero muerta!
    Cuando buscamos esa renovación constante, esa novedad diaria ese fuego que viene del cielo revoluciona nuestra vida, ese fuego desciende a nuestras vidas y trae la certeza de la respuesta, de la victoria! Muy fuerte. Besos con mucha saudades:)

    Ver más
  2. Que interesante todo lo que publica señora, no basta con solo hacer las cosas bien, sino mantener nuestra fe activa, pues eso define si las bendiciones o nuestra salvación que estamos tratando de mantener con nuestras «obras» estarán provocando que después solo cosechemos «timidez» de Dios, pues él actuará conforme como nosotros actuamos con él.

    Ver más