LA FE VIENE POR EL OÍR LA PALABRA DE DIOS

Oímos lo que aceptamos como verdad. Esta aceptación hace que pongamos ese pensamiento por encima de cualquier otra información.

Si escuchamos la Palabra de Dios, pero no aceptamos la verdad tal como es, estamos rechazando el consejo de Dios, y de esta forma no hay fe.

¿Y qué hay?

Nuestra opinión, nuestro punto de vista, es decir, decidimos seguir a nuestra manera, con los mismos comportamientos que creemos que son mejores; esto es lo que consideramos como verdad, y así nos resistimos a cambiar.

Nuestra mente sigue aceptando nuestra propia condición, incluso teniendo conciencia. Porque la conciencia siempre nos enseña a hacer un balance entre lo que está bien y lo que está mal. Pero rechazamos esta búsqueda u oportunidad que tenemos porque elegimos nuestra propia sabiduría.

Pero ¿y cuando oímos la Palabra de Dios? ¿Qué nos pasa?

¿Hay inseguridad, duda, miedo o cobardía? ¡No!

Hay una fuerza interior que viene de parte de Dios.

“… la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Hebreos 11:1

¿Cuántas veces nuestra certeza nos decepcionó o nuestra esperanza nos causó dolor? ¿Por qué? Porque nuestra certeza estaba basada en nuestra voluntad, y no en la Palabra de Dios.

Pero cuando la Palabra nos hace tener una mente diferente de nuestras emociones recibimos una mente de Dios. Sus pensamientos nos dan vida. La misma vida que hay en Él pasa a estar en nosotros.

De manera que esta certeza no nos causa dolor, independientemente de lo que suframos aquí en esta Tierra, porque tenemos la esperanza de algo mayor.

Pero ¿Qué certeza podría superar cualquier sufrimiento?

La certeza de que existe un Hogar Celestial.

La certeza de vivir al lado del Primero en nuestras vidas, nuestro Señor Jesucristo.

Esta esperanza de vivir eternamente con Dios nos hace desearlo más que cualquier otra cosa.

Pues una manera de pensar diferente nos trae paz y seguridad. Nos hace sentir amadas y, sobre todo, vencer las aflicciones.

Y ya no estamos bajo la muerte, sino que tenemos vida. Los pensamientos de Dios nos dan esa vida.

Ahora, te pregunto:

¿Cómo una persona puede tener vida si se resiste a la voz de Dios?

¿Cómo va a estar en la fe si cree más en su manera que en la manera que Dios le presenta en Su Palabra?

La fe viene por el oír la Palabra de Dios. Y esta fe demanda que seas humilde para aceptar que a tu manera no funciona.

¿Cuándo descubres que hay un Dios verdadero? Cuando aceptas oír Su voz. Así, vas a tener tu propia experiencia de que Él existe.