¿Ya tuviste certeza de algo que en realidad era tu parecer?

¿Alguna vez te diste cuenta de que era tu opinión o tu forma de ver las cosas?

Una vez, Le cuestioné a Dios si lo que me estaba pidiendo era Su voluntad, porque, a mi ver, no coincidía con mi manera de ser sincera.

Hay épocas en la iglesia en las que todos los pastores y las esposas se reúnen para interceder por el pueblo.

En una de esas reuniones, yo quería tener mi privacidad para hablar con Dios. No quería estar allí, porque mi pensamiento me hacía creer que no estaba aprovechando el tiempo realmente para contarle lo que había dentro de mí.

Y cuando Le cuestioné a Dios sobre si era Su voluntad cumplir con lo que se había pedido, Él me respondió inmediatamente en la mente, haciendo que yo razonara según lo que era justo, no según mi propia justicia.

Dios me preguntó: “¿Cuál es tu papel o tu función?”. Y yo Le respondí: “Soy auxiliadora”.

Bien, mi respuesta fue racional, no según lo que sentía. Y Dios me lo confirmó dándome paz. Yo obedecí, simplemente seguí lo que Él quería de mí.

Descubrí entonces que ni siempre mi certeza está de acuerdo con que algo sea a mi manera, sino que debe estar de acuerdo con el Reino de Dios.

El Reino de Dios tiene sus reglas, su orden; o me someto al Reino de Él o me someto a mi reino.

Nuestro reino no siempre obedece a Dios. Pero, si quiero que Dios sea mi Dios, debo entender que el reinado no es mío, por eso, debo saber diferenciar entre lo que es mi reino y lo que es el Reino de Dios.

En aquella oración, Le pregunté a Dios porque quería cumplir Su voluntad. Y Él, al verme, me respondió al instante.

“Ahora bien, la fe es certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Hebreos 11:1

La fe es certeza de lo que se espera. ¿Y qué es lo que espero?

Solo manifiesto una fe verdadera cuando lo que espero es hacer la voluntad de Dios. Porque estoy segura de que Él sabe lo que es mejor para mí. Aunque no siempre Su voluntad esté de acuerdo con la mía.

¿Tu fe es la certeza de qué? ¿De tu reino o del Reino de Dios?

¿Estás segura de que la voluntad de Dios es mejor que la tuya?

Piensa al respecto y verifica si tu certeza está de acuerdo con el Reino de Dios.