¿Un Dios distante o cercano?
- 4
- Sep
- 2023
¿Quién es Dios para usted? ¿Un Dios distante o cercano? ¿Un Dios que necesita que alguien interceda por usted, o usted misma intercede?
Bueno, la forma en cómo usted trata a Dios dice quién es Dios para usted. Sin embargo, independientemente de cómo actúa, Dios no deja de ser quién Él es.
Observe lo que dice la Biblia:
“Tenía Isaac cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel, arameo de Padán-aram, hermana de Labán arameo. Y oró Isaac al SEÑOR en favor de su mujer, porque ella era estéril; y lo escuchó el SEÑOR, y Rebeca su mujer concibió.” Génesis 25:20,21
Isaac era el hijo de la promesa, el hijo que Dios había prometido a Abraham. Pero, aún siendo hijo de la promesa, Dios no dio facilidades a Isaac. Sin embargo, Isaac tenía como testigos a Abraham y Sara, que le esperaron durante 25 años ¿recuerda?
Entonces, sabiendo que Dios es Dios, Isaac oró insistentemente al Señor por su mujer.
Observe que Dios permite que pasemos por dificultades, justamente para que usemos la fe. La fe no puede ser una teoría, apenas enseñar sobre la fe, sino que la fe tiene que ser vivida, porque la fe es nuestro pan de cada día. Necesitamos usar la fe, para que podamos agradar a Dios.
Imagine que Isaac no hubiese hecho ningún esfuerzo. Él fue el hijo de la promesa, tuvo todo de Abraham, tuvo la bendición. Y muchas personas piensan así: “Ah, porque tengo la bendición todo va a fluir”, pero no es así.
Dios quiere enseñarnos cómo podemos usar la fe. Delante de las dificultades, ¿a quién vamos a recurrir? ¡A Dios, no hay otro!
Y así fue con Isaac.
Él oró, insistentemente al Señor por su mujer. Él no desistió, porque él se acercó a Dios.
Tal vez esté lejos de Dios, porque pide a otros que oren por usted. Tiene un problema y ya dice a las personas: “Ore por mi…”
Pero, cuando tenemos problemas, en realidad, el problema está delante de nosotros para que usemos la fe. Es para esto que Dios nos dio la fe.
Dios no nos dio la fe para que dependamos de las personas, sino para que dependamos solamente de Él. Y es esto lo que quiero que usted empiece a hacer: tratar a Dios más cercanos, hablar con Él.
Si tiene dificultades, sus dilemas, lo que sea, hable con Dios. Él está ahí para oírle.
Y no sólo creo, sino que le afirmo que usted estará en paz después de hablar con Dios, después de que se despoje de todas las dudas, miedos, de todo lo que está dentro de su ser, usted estará bien, independientemente de las circunstancias, ¡porque usted cree! ¡Si cree, haga esto ahora! Y va a poseer, va a tomar posesión de esa paz.