La vida de Jacob – 19º Día

La vida de Jacob – 19º Día

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Hola a todos. Hoy, estamos aquí nuevamente hablando sobre la vida de Jacob.

“Entonces Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó, y echándose sobre su cuello lo beso, y lloraron. Y alzo sus ojos y vio las mujeres y a los niños, y dijo: ¿Quiénes son estos que vienen contigo? Y él respondió: Son los hijos que Dios en su misericordia ha concedido a su siervo. Entonces se acercaron las siervas con sus hijos, y se inclinaron. Lea también se acerco con sus hijos, y se inclinaron: y después José se acerco con Raquel, y se inclinaron.” (Génesis 33.4-7)

Presta atención a lo que sucedió con Esaú…

Pero antes de eso, pregunto: ¿Quién hizo el sacrificio no fue Jacob?

La ofrenda y el sacrificio hablan por nosotros. ¡Son vida! Hablan públicamente, sin palabras.

¿Te acuerdas cuando Abel y Caín presentaron sus sacrificios a Dios? El desprecio el de Caín, quién mató a su hermano, pero hasta hoy el sacrificio de Abel, clama, desde la tierra, a Dios.

Tu incluso puedes estar viva, pero tu ofrenda no “dice” nada. Y esto es porque no existe de hecho sacrificio. Tal vez actúes a tu manera, pero no es el “todo”.

Toda la familia de Jacob estaba reunida, pero ¿quién se postró 7 veces? ¡¿No fue Jacob?! observa la característica de alguien que sacrifica para Dios… ¡Es humilde!

Cuando Jacob se encontró con su hermano, entonces Esaú, corrió, no caminó, el corrió a su encuentro y lo abrazó, “…y echándose sobre su cuello lo besó, y lloraron.”.

Ahora, existía un verdadero amor. Con dolor, con errores de ambos, pero cuando uno sacrificó, dio lugar al perdón, a la harmonía que les faltaba. La conciencia se quedó limpia, por parte de Jacob, pues fue él quién llamó la atención de Dios.

Nuestra vida puede volverse una historia positiva o una historia negativa. Aunque alguien presente el sacrificio y haga parte de su vida, quien plantó y sacrificó es quien recibirá la recompensa por su audacia, por la forma en que enfrentó el problema y obtuvo la conquista.

Jacob luchó con Dios y con los hombres y perseveró en luchar.

El hecho de que tú sacrifiques a Dios y tengas tu nombre transformado, no significa que debas parar, sino perseverar, adelantándote al problema y negando el volverte una acomodada.

Antes Jacob tenía miedo, incluso de los hermanos, pero después de haber luchado con Dios y sacrificado, se volvió valiente.

El sacrificio transmite certeza y paz, porque cubre nuestra “deuda”. Cuando no se sacrifica, se tiene miedo, porque se reconoce lo que está faltando. Y esto impide que se adelante…

Entonces se acercaron las siervas con sus hijos, y se inclinaron. Lea también se acerco con sus hijos, y se inclinaron: y después José se acerco con Raquel, y se inclinaron.”

La familia vio en el padre, ¡la referencia!

Hay muchas personas a tu lado que no se “postran”, por no ver esta referencia en ti; porque no has sacrificado por entero. Pero ahora, si tienes esta conciencia y estás dispuesta… Si estas realmente indignada y sola con Dios; y no tienes miedo de enfrentar el problema, tienes energía para hacerlo.

¡Todos ellos que se postraron porque vieron la referencia, y esta referencia revoluciona!

Últimamente, mis días han sido “solos”… y he aprovechado cada día como una oportunidad para estar perceptiva a lo que tengo que hacer. Entonces, estoy agradecida a Dios, por juntarme con Él, viviendo el mismo espíritu.

No te olvides, mañana estaremos aquí.

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