Episodio 94 – El buen Pastor

Episodio 94 – El buen Pastor

Quizás usted esté en una situación delicada en este momento, triste, abatido, las cosas no salieron de la forma como las proyectó y se siente frustrado o incluso se siente incomprendido dentro de su propia casa, en su familia.

Parece que está solo, que nadie le ve, que nadie le entiende, pero esa es la concepción del ser humano, que mira a las personas y espera de estas una actitud, una reacción. Y, muchas veces, no hay manera de que alguien le dé lo que usted necesita, ni siquiera los de su casa, porque ellos mismos no saben lo que le está sucediendo. ¡Pero Dios sí lo sabe!

Dios está atento a todas las criaturas de este mundo y siente su dolor. Si no lo sabe, Dios siente dolor por verlo a usted sufriendo, sabiendo que Él tiene la salida, la vida y usted está viviendo independiente de Él, sin buscarlo.

Jesús dijo así:

«Yo Soy el buen Pastor; y conozco Mis ovejas, y las Mías Me conocen». Juan 10:14

El Señor Jesús es el Buen Pastor, Él no es malo, no lo lleva a ser infeliz, frustrado. Él cuida, ampara, sustenta, dirige, guía y no solo eso, sino que Él conoce a cada oveja. Y cada oveja Lo conoce de forma íntima. O sea, se siente comprendida, amada, amparada, dirigida por el Pastor, que es Jesús.

El Señor Jesús continúa diciendo así:

«Así como el Padre Me conoce, y Yo conozco al Padre; y pongo Mi vida por las ovejas». Juan 10:15

Jesús estaba hablando de Su Padre y, como conoce al Padre y el Padre Lo conoce, Él es realizado. Jesús puede ayudarle porque tiene un Padre celoso, cuidadoso.

«También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán Mi voz; y habrá un rebaño, y un Pastor». Juan 10:16

Si usted está afligido, angustiado, como varias veces me sucedió a mí, sepa que no me sentí sola. Pero eso ocurrió porque tengo un Padre, que es Dios, que me amparó y sé que Él existe.

Tal vez usted no sepa que Dios existe, tal vez ya haya oído hablar de Dios, pero no se siente acogido, se siente despreciado, mal amado por su propia familia, por las personas más cercanas. Pero el Señor Jesús quiere añadirlo a Su redil.

Y esas ovejas están buscando… ¿Sabe qué tienen en común y por qué no están aún bajo los cuidados del Señor Jesús? «… y oirán Mi voz…», la Voz del Señor Jesús.

Usted que está sufriendo, que está en esa situación y no tiene a quién recurrir, es en este momento delicado de su vida que puede aceptar la propuesta del Señor Jesús de oír Su voz, de tener Su cuidado. Él quiere ampararle, quiere arrancar su dolor, quiere sacarle de esa angustia. A sus ojos parece que no hay una salida, usted no ve una salida, pero la vida que Dios quiere darle no está delante de sus ojos, está más allá, ¡está en su interior! Y comenzará en su interior.

Y le haré un desafío ahora. Le mostraré que Este Dios de Quien le estoy hablando existe y lo ve a usted, sabe lidiar con usted, porque conoce todo su pasado, todo su dolor, ¡y Él le arrancará su dolor ahora!

¡Hable con Dios! Dígale así: «Señor, si Tú existes como Viviane está diciendo, quiero que manifiestes Tu Presencia aquí, en mi interior, arrancando esta angustia, esta tristeza, ¡estos ojos que no ven esperanza, que no ven salida! Quiero ver de forma diferente, quiero sentirme amparado, quiero sentirme cuidado, quiero sentirme amado. Y necesito esa salida ahora, independientemente de lo que ya hice. Quiero ver que Tú, Señor, existes y no quiero solo oírlo de la boca de los demás. ¡Quiero tener ahora la experiencia de que Tú existes!».

Mi amiga, mi amigo, ¡es su turno de contarle a Dios todo lo que le pasa!

¿Ya habló con Dios? ¿Le entregó todo a Él?

¡Jesús lo llama de la manera como usted está! Y vea, Él va a conducirlo a partir de hoy, Él va a enseñarle todo lo que usted no sabe. Y Él tiene paciencia, Él respeta su tiempo de aprendizaje. No se preocupe porque, a partir de hoy, ¡usted no será más la misma persona! Mire hacia el cielo y vea Su grandeza. Él hace todo nuevo, comenzando por su interior.

Este es el Padre que ampara, que cuida, Ese es buen Pastor que conoce a Sus ovejas y Sus ovejas Lo conocen.

Por eso, Jesús dijo así:

«Por eso Me ama el Padre, porque Yo pongo Mi vida, para volverla a tomar». Juan 10:17

¿Sabía que Jesús dio Su vida por usted?

Usted fue comprado, entonces no necesita aceptar esas ideas, no necesita más ser esclavo de aquellos pensamientos que antes le atormentaban. Jesús dio Su vida por usted.

Y así como usted tiene valor para Dios, cuando el mal viene con alguna palabra, con alguna sugerencia, usted le dirá: «Mira, Jesús me compró, yo estoy libre, no voy a servirte más, voy a oír la Voz que viene de lo Alto que dice que Él dio Su vida por mí, ¡y voy a aprender de aquí en adelante que es un nuevo día!».

Usted que estaba tan triste, angustiado, deje su comentario, porque sé que usted ya no es más el mismo y lo sé porque tengo la certeza de que Este Dios existe como el aire que respiro. Él está vivo, ¡y nadie me quita esta certeza!

¿Y sabe por qué? Porque, así como usted pasó por ese momento difícil en su vida y estaba triste, yo también lo pasé. Y cuando hablé de manera sincera con Dios, nunca más fui esclava de aquellos sentimientos. Porque empecé a compartirle a Dios todo y Él me cuidó. He conocido Su grandeza, Sus maravillas y Su amor me ha sustentado.

Y esta experiencia no son palabras que alguien me dijo. Es la propia presencia de Dios la que trae esta certeza, esta paz, porque nadie puede inducir al otro a tener paz. Solo Dios. ¡Cuando usted recibe esa paz, es la respuesta de que usted hizo lo que necesitaba hacer!

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