Episodio 91 – ¿A quién oye usted?

Episodio 91 – ¿A quién oye usted?

¿Ya se halló diciendo las mismas palabras de alguien que le hirió? ¿Cómo se quedó? ¿Triste, llorando, amargado, sintiéndose víctima de una injusticia, incluso queriéndose vengar y con el deseo de recurrir a la justicia, diciendo que usted está siendo abusado psicológicamente por alguien, porque es una persona que está siempre hiriéndole, como si estuviera sembrando algo que le lastima, que le hiere?

Ya noté que, a veces, el mal quiere que yo repita las palabras que él dijo. Él quiere que diga: «¿Sabes? Fulano, dijo eso y eso de mí… Mira, el médico dijo que no hay solución… Mira eso y aquello». Es decir, que repita las palabras negativas para que me entristezca y tenga miedo.

A veces es una noticia que sale en la televisión, en los medios de comunicación, hablando sobre lo que está sucediendo en el mundo, y usted se entristece, tiene miedo de salir de su casa, y eso se debe a que tomó para sí aquellas palabras. Usted recibió las palabras que oyó y que le conducen a una vida amargada.

Los pensamientos que el diablo sopla en la mente de la persona son justamente para que esta se ponga triste, para que se preocupe, para que esté ansiosa. Bien, eso no viene de Dios, porque Dios no hace eso.

Vamos a saber, a través de la Palabra de Dios, cómo Él trabaja:

«De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador». Juan 10:1

Cuando alguien invade su espacio, no entra por el lugar adecuado, no respeta, no lo considera, no tiene cuidado, porque es el diablo. Él es el ladrón y salteador.

«Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es». Juan 10:2

Aquel que entra por la puerta es el Pastor de las ovejas, que es Jesús. Él llama a la puerta.

Jesús es la Puerta, Él entra por la puerta, Él no invade su vida. Él le respeta.

Y, por respetar, a veces usted piensa que Dios es injusto e incluso llega a decir: «¿Por qué Él no está haciendo algo en mi vida? ¿Por qué permite ciertas cosas en mi vida?».

Usted piensa que Dios es injusto, pero se debe a que Él respeta sus decisiones, a quien usted obedece, a quien usted sirve, a quien usted considera. Él entra por la puerta, Ese es el Pastor de las ovejas.

«A este abre el portero, y las ovejas oyen Su voz; y a Sus ovejas llama por nombre, y las saca». Juan 10:3

¡Imagínese! Dios lo respeta, pero Él habla. Si usted oye la Voz de Dios, tiene paz, tiene dirección. Usted no está por este mundo que está sacudiéndolo, que lo deja inseguro.

¡Jesús lo llama por su nombre!

«¿Quiere decir que Jesús, el Todopoderoso, el Hijo de Dios, mencionará mi nombre entre tantas personas?». ¡Sí!

Y Él lo saca de allí. Él lo conduce. Él lo saca de un aprisco y lo lleva hacia el pasto.

¿Sabe? Jesús nos guía y nos enseña todas las cosas.

A veces, usted se siente abandonada, sola, víctima de una injusticia, como si nadie lo viera ni lo tuviera en cuenta. Pero preste mucha atención: ¡Dios lo considera! ¡Y Él lo ve!

Tan cierto como el aire que respiro, que usted respira, ¡Dios lo ve y sabe tratarlo!

Ahora, usted debe oír Su voz llamándolo y que lo llama por su nombre. Él habla con usted y lo saca de una mentalidad tacaña, de una mentalidad limitada, que no ve otra cosa, o sea, ¡Él lo llama! Dios quiere hacer que usted vea la vida que Él quiere darle.

Cuando hablo con Dios, digo todo, todo lo que me viene a la mente. ¿Y sabe? A veces, no encuentro las palabras exactas que quiero decirle. ¿Y sabe quién me ayuda? ¡El Espíritu Santo! El Espíritu Santo es Quien me ayuda a recordar las cosas que necesito decir.

¿Sabe lo que significa ser auxiliado todo el tiempo? ¡Es eso lo que hace el Espíritu Santo! Es el Espíritu del Señor Jesús presente en las luchas, en las guerras. Por eso, el Señor Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.

«Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas Le siguen, porque conocen Su voz». Juan 10:4

La oveja no sigue la voz de un extraño, sigue la voz de su pastor, y ahí está la diferencia. Sé que a nuestra mente llega un bombardeo de palabras para hacernos sentir miedo, ansiedad, inseguridad, pero quien es oveja del Señor Jesús nota que la voz que escucha y que le trae inseguridad y miedo no es de Dios.

Entonces lo detecta y no sigue esa voz. Esa es la diferencia de cuando la persona es oveja del Pastor que es Jesús.

«Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños». Juan 10:5

Sepa que la voz que ha estado dirigiendo su vida es la voz de la persona a quien usted está siguiendo. Si está atormentado y le surgen dudas que se le pasan cuando las reprende, si nota esa voz y logra superarla, pero esa voz sigue ahí durante días, meses, años, y usted continúa siendo una persona amargada, eso demuestra a quién está siguiendo.

Cuando sigue una voz que le entristece, que le oprime, que le hace maldecir a las personas, eso demuestra que usted está siguiendo al diablo, a las ideas que él le ha traído a la mente. Y usted ha acatado esa semilla, esa voz y, por eso, usted es quien es.

Pero si usted es oveja del Señor Jesús, Él es su Pastor, entonces usted es totalmente diferente. Usted es muy feliz, realizado, no le falta nada. Tiene sus luchas, pero se siente seguro, porque Él va delante de usted, como dice la Palabra de Dios. El Señor Jesús le guía y esa es la diferencia.

Por eso, usted tiene que examinar su situación, porque quizás ha sido guiado por el diablo, el ladrón, el salteador que entró en su vida sin haberlo invitado. Pero el Señor Jesús está aquí, Él está a la puerta, queriendo entrar en su vida, pero solo entrará cuando usted escuche Su voz, cuando Lo siga.

Usted puede, en este exacto momento, optar por dejar de servir a esas voces que le han hecho daño y decir: «Señor, quiero escuchar Tu voz a partir de hoy, quiero ser Tu oveja, quiero que Tú seas mi Pastor, que Tú estés delante de mí, quiero escuchar Tu voz, no quiero escuchar la voz de un extraño. Quiero ser Tu oveja, Tu seguidor».

¡Haga eso ahora y póngale un punto final a esa amargura de vida!

Escuche y comparta ahora un episodio más de la serie: ¿Quién es Dios? ¿Quién es usted?

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