51º Día | Ser el Testimonio

51º Día | Ser el Testimonio

13 de Marzo | Lunes | Juan 15:5-8

“Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman.
Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.”

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Hola a todos los internautas, es un placer estar juntos. Hoy vamos a leer el libro de Juan capítulo 15:5-8

“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.”

Nuevamente el Señor Jesús habla que Él es la vid y nosotros las ramas. Y algo interesante es que Él dice: “Quien está en mí y Yo en Él.” ¿Pero, si yo estoy en Jesús no estaría Él en mí? Hay muchas personas que hacen, practican solo una cosa entre tantas que saben que deben practicar. Por ejemplo, dan sus diezmos, dan sus ofrendas, sacrifican todo su salario, pero no practican la Palabra de Dios; no coloca en práctica la palabra que les fue dada por Dios; y entonces Jesús no está en ellas…

‘’… y yo en él, éste lleva mucho fruto… ‘’

Si el señor Jesús está en mí, entonces, naturalmente, yo voy a dar muchos frutos. ¿Y qué frutos son esos? ¿Quién come de ese fruto? ¿Soy yo misma que come el fruto? ¡No! Otras personas comerán el fruto. Si tu generas uva, ¿Tú misma vas a comer las uvas? No, otros van a comer de ese fruto. Y nosotros estamos hablando de los frutos que representan el propio Dios, siendo el amor el fruto principal, como está escrito en Gálatas: ‘’ Los frutos son nueve más en el fondo, son apenas uno, que simboliza el amor, paciencia, longanimidad, paz…’’ Y ese fruto está relacionado a mis relaciones, a mi conducta, mi actitud, mi carácter, en relación a otras personas, por más que las otras personas no sean necesariamente perfectas, como tampoco tú eres perfecta, y se equivoquen contigo, no quiere decir que tú también vas a errar, vas a ser borde, rencorosa, guardando dentro de ti lo que te dijeron, tú tienes que guardar la Palabra de Dios, que es lo que Jesús dice aquí: ‘’ y ese da mucho fruto’’, los frutos que son frutos del Espíritu, ‘’porque sin mí nada podéis hacer…’’ Si yo no doy fruto, si mi conducta no va de acuerdo con la Palabra de Dios, yo no puedo hacer nada, por más que evangelice, por más que yo predique, por más que yo aconseje, atienda, hable de la Palabra de Dios, no puede existir nada, si ese fruto no existe en mí. Entonces, yo necesito estar con Jesús, y estar con Jesús es guardar, practicar, obedecer Su Palabra.

‘’… El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden …’’

Si tú ves una rama fuera de su árbol, observarás que este no puede subsistir, y será quemada, lanzada fuera. Como dice: ‘’ … y los recogen, y los echan en el fuego, y arden …’’

Lo interesante, es que no dice así: ‘’está quemado’’, no, sino qué arden, quiere decir, continuamente se están quemando… En el infierno.

‘’ … Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho …’’

¿Ya observaste que cuando la persona da su testimonio, dice lo que sacrificó y ella se contradijo a sí misma, ella obedeció, puedes ver que el pedido de ella fue alcanzado?; ¡eso también acontece con todos aquellos que le obedecen!

Observa que cumplir la Palabra de Dios, no siempre es tan fácil; a veces es un sacrificio, cumplir la palabra de Dios no es apenas dar todo lo que tú tienes, tus pertenencias… A veces tú tienes que confesar, porque cuando lo haces, entregas tu voluntad; imagina que tú eres una obrera y no puedas más trabajar como obrera; no puedes estar en el grupo joven. Es decir, cuando tú confiesas, tú literalmente, estás practicando la Palabra de Dios, confiesa y odia, porque yo ya vi personas que confesaron, pero confesó parte su pecado, no confesó todo, y aquí dice así:

‘’ … Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros… ‘’

La palabra no es apenas en la Biblia, sino también mi vida, mi conducta, es con mis actitudes que yo activo mi fe, no sirve de nada estar hablando, meditando en la Palabra de Dios y sentir gozo, cuando yo no tengo obras, y las obras están justamente en esa práctica, en confesar, pedir perdón, mirar con buenos ojos, no juzgar.

‘’… pedid todo lo que queréis, y os será hecho … ‘’

Todo lo que tú pidieses a Dios será hecho, o sea tendrás respuesta cuando tu estuvieses en Él y las palabras de Él estén en ti.

‘’ … En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto …’’

¡Ah! ¿No es lo que yo hago?

¡No! No es porque tu evangelizas, atiendes o trabajas, sino por los frutos que tú produces. Tu conducta, tu carácter, tiene que ser de Dios, tiene que representar a Dios donde quiera que tú estés. Yo me acordé, cuando estaba leyendo estos versículos, de la iglesia primitiva, que muchos se bautizaron en las aguas, aceptaron a Jesús, y hubo un gran crecimiento; donde no servía de nada la persecución, pues ellos crecieron más todavía. ¿Sabes por qué? Por causa de su conducta, y ¡es eso lo que glorifica a Dios!

A veces quieres llegar tanto a un familiar, pero tu conducta no refleja a Dios; tú quieres ganar tanto a tu jefe, a un amigo de trabajo, una amiga de la escuela, pero tu conducta no refleja a Dios… Nuestra conducta tiene que ser tan evidente en nuestra vida, que tiene que llamar la atención de otras personas; ellas tienen que admirar, porque ¡es imposible no admirar al Señor Jesús, es imposible! Él estuvo entre nosotros, tú lo ves aquí en la palabra de Dios, y tú lo admiras; admiras la actitud de Él. Por ejemplo, Él sabía del traidor, desde el inicio, y Él no cambió. De manera que los discípulos ni se imaginaban quién sería el traidor ¿ves? Porque la conducta de Él, su actitud, su paciencia, no lo revelaron; Él no actuaba diferente con Judas; Él actúa de la misma manera con todos; obviamente que estaban aquellos que eran más próximos a Él. Por ejemplo, cuando Él estuvo en el monte de la transfiguración, sólo fueron con Jesús tres discípulos, los demás no fueron, incluyendo a Judas, pero también había otros…

Dios no mostró delante de todo el mundo que Judas era diferente, pero le dio la oportunidad: habló de la Palabra de Él, enseñó, exhortó, lavó los pies de Judas, y aún así él quiso lanzarse fuera.

Observa amiga internauta, Dios es glorificado como dice aquí en que deis muchos frutos, es decir, no puede ser poco, sino que tiene que dar muchos frutos, tiene que ser constante. No es porque una persona miente, no es porque una persona es maliciosa, que tú vas a ser maliciosa; no es porque una persona te juzga, que tú vas a juzgar también. Hay muchas personas que salen de la iglesia a causa de que otras personas que tienen un mal comportamiento, es decir, ¿tú sigues a Jesús porque otra persona tiene un comportamiento bueno o no? No fue a través de ella, sino a través de Jesús… Yo necesito a Jesús y no a fulano o beltrano. Es evidente que la persona no está mirando para el Salvador porque ella está mirando como juez… Aquella persona no sirve a Dios, entonces no voy a servir a Dios. ¿Qué es eso? Mi comportamiento no es a causa de mi marido, mi comportamiento no debe ser por cuenta de mi padre, mi comportamiento debe ser para Dios, porque fue Él quien me salvó.

Bueno, ya hablé bastante, ahora entra la acción del Espíritu Santo, para hablar contigo durante tu día. Aprovecha, piensa sobre esto, porque el Espíritu Santo ciertamente te va a mostrar dónde tienes que revelar tus frutos, en qué debes invertir, porque Dios no es glorificado cuando tú estás con mala cara, Dios no es glorificado cuando tú tienes malos ojos, malos pensamientos, cuando tú alimentas algo malo, cuando dentro de ti hay un montón de cosas que nadie escucha; cuando tu reclamas, respondes, te defiendes, siempre tienes respuesta para todo, etc. Dios ve todo eso, y eso no es fruto, eso no es estar en Él y Él no está en ti, porque Él no concuerda con eso. Amiga internauta ¡piensa!

Un fuerte abrazo y hasta la próxima.

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1 comentário

  1. Me gustaroa mucho recibir todos los articulos para mi e d ificacion espiritual muchas gracias

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