4º Día – ¿Qué tiene Él para ofrecerme?

Hola a todos los internautas. Es un placer estar aquí con vosotros en este Ayuno de los 21 Días.

Quiero aprovechar para deciros que agarréis vuestra oportunidad, porque como ya dije: Es una oportunidad, y no está constantemente detrás de ti… ella pasa, y sino la aprovechas, puedes incluso decir muchas cosas, pero en tus actitudes dejarás que desear , y con esto mostrarás que no eres una persona de palabra, porque no la honras.

Vamos al tema de hoy: “¿Qué tiene Jesús para ofrecerte?” Acompaña…

“Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed,

pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna.” (Juan 4:13-14)

Jesús responde a tu pregunta amigo internauta. Él va directo a tu necesidad y a la forma en cómo has procurado resolver tus cuestiones, por ejemplo, tu participación en este Ayuno: ¿Estás participando porque tienes que dar testimonio a las personas? ¿O para decir que fuiste bautizada con el Espíritu Santo? ¡¿Para ser bien reconocida en tu trabajo como una persona de Dios… diferente?! Debes saber que de esta forma no estás buscando a Jesús, porque Él no está en esta “agua” pasajera. Lo que estás buscando es reconocimiento, incluso la gloria de las demás personas, lo que hace que no estés apto para buscar a Dios de la forma correcta. “¿Y cuál es la forma?” Te preguntarás… Con certeza no es querer a Jesús para mostrarte a las personas, ¡sino porque lo necesitas! Porque lo necesitas… ¡Ya estás saturado de tu “injusticia”! Indignado con tu voluntad, deseos, pensamientos que has alimentado, etc.

No debes querer el Espíritu Santo, ni participar en este Ayuno de 21 Días para ser glorificado, sino para glorificar a Dios con tu vida y con el deseo primeramente de honrar a Dios, y no buscando tu propia honra. Es lo que muchas personas, sin darse cuenta, hacen: Buscan las cosas de Dios para beneficiarse, para conquistar la gloria para sí mismas y decir, llenándose la boca, que fueron bautizadas con el Espíritu Santo, y no porque estaban indignadas con sus errores, fallos y pecados. ¡Si buscas este “agua” volverás a tener sed!

Tú dices que quieres el Espíritu Santo para vencer el mundo, pero te olvidas de la parte de la Biblia en que los hombres de Dios pasaron por luchas, como Juan que estuvo en la prisión cuando recibió la visión de las cosas que sucederían, descritas en el libro de Apocalipsis; Jesús fue crucificado, rechazado entre los Suyos… Y a veces tú quieres el agua, pero de aquella que hará que vuelvas a tener sed nuevamente, porque si Jesús estuviese buscando el agua del reconocimiento, de ser respetado por las personas, Él tendría sed y no vencería la muerte, porque este agua sería sólo pasajera…

Evalúa tus intenciones, cuál es el verdadero sentido de estar en este Ayuno. Observa tus actitudes, pensamientos, deseos, ¡obsérvate a ti mismo!

Una de las cosas interesantes que evaluaba, es que muchas personas ven los errores de los demás, y por eso no ven los suyos propios; están aptas para vigilar los errores de los otros, pero no para ver su propio “filme” y el papel que están haciendo delante de aquello que profesan.
¡Dicen algo para Dios y actúan de forma distinta!

¡Tú no estás definido, porque la definición te hace honrar tu palabra!

“Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás,…”

¿Estás buscando el agua que Él tiene para ti o los beneficios?

Cuando estaba leyendo este versículo pensaba en los momentos en que nos quedamos tan tristes en ciertas situaciones… queremos que nuestra voluntad sobrepase la voluntad de Dios. ¿Y qué ocurre? ¡Vivimos sedientos!

Como cuando estás preocupada por algo personal, pensando en tu familia, ansiando que tu marido reconozca su error y cambie, cuando en realidad estás buscando el agua de la cual tendrás nuevamente sed, porque en realidad, ellos – tu marido o familiar – ¡no serán perfectos! Entonces, todo lo que buscas no es el agua, el Espíritu Santo, sino que las personas o las situaciones estén a tu favor.
Pero si bebes del agua que Él tiene para darte, no tendrás sed, ¡nunca más!

“¡¿Cómo Viviane?! ¿Cómo viviremos en un mundo lleno de necesidades… y no querer más, o desear?”
No te estoy diciendo que todo caerá del cielo, ¡sino que serás una fuente rebosante! No serás perfecta, pero estarás activa, atenta, perceptiva a la voz de Dios. Y por eso beberás del agua que Él te da.

Te digo que una vez bautizada con el Espíritu Santo y habiendo bebido de este agua, aún así tengo que beber todos los días, y para eso tengo que estar perceptiva a Su voz.

Pero sobre esto hablaremos más durante estos 21 Días de Ayuno.

Quiero que estés atenta y aproveches tu oportunidad. Agárrala, ¡porque ella pasa! Y espero que no ocurra contigo lo mismo que pasó con las cinco necias: dejaron que su oportunidad pasase porque no vigilaron, no estuvieron atentas a si mismas y por eso la perdieron.

Busca el agua que Él tiene para darte y nunca más tendrás sed, y aún más, serás alguien que alimenta a otras personas, como estoy haciendo contigo.
Has visto el video de la Retrospectiva y la transparencia de mi vida, ¡esto es porque no tengo nada que temer! Sólo necesito el agua que Él me da, y es este agua que me permite tener para dar. Y así quiero que tú tengas de igual manera para dar.

Sé fuerte, radical con aquello que ata tu fe.

Un fuerte abrazo. ¡Hasta mañana!