3º Día – ¿Cómo va a dar el Señor agua viva?

Hola amigos internautas. ¡Es un placer estar aquí con vosotros!

En este 3º Día del Ayuno vamos a hablar acerca de cómo el Señor Jesús te va a dar agua viva. Es la gran pregunta que muchos se hacen: ¿Cómo me va a dar Él el Espíritu Santo?

“Ella le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva?

¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo del cual bebió él mismo, y sus hijos, y sus ganados?” (Juan 4:11-12)

Aquella mujer samaritana no entendía qué agua viva podría el Señor Jesús concederla. Y tal vez tú, internauta, también seas una persona llena de preguntas: “¿Cómo me va a dar Jesús agua viva?”

Si ya eres bautizada con el Espíritu Santo, tal vez te preguntas qué más te va a dar el Señor Jesús, una vez que ya tienes Su Espíritu.

Quiero llamar la atención de todos, porque tanto aquel que ya recibió el Espíritu Santo, como aquel que no Lo recibió, ¡tiene que vigilar! Tiene que encontrar el agua viva. ¿Y por qué?

Porque eres un ser humano, y no vives como los ángeles, en un cuerpo incorruptible…. Sino que tienes un cuerpo corruptible, que siente lo que no debe y usa sus cinco sentidos, inclinándose, de esta forma, hacia los sentimientos. ¡Y estos no te llevan a la fe!

Normalmente, la persona piensa que tiene que sentir o ver a Dios, así como aquella mujer samaritana miró al Señor Jesús, y viendo que Él no tenía ningún cubo para sacar agua del pozo, se preguntó cómo podría tener Él agua viva, cuando ni un vaso tenía en Sus manos… Y es lo que tal vez te preguntes: “¡¿Cómo el Señor Jesús me va a dar, si no tiene nada en Sus manos?!”; “¿Cómo Lo aseguraré si Él es invisible, y qué tengo que hacer para que esa agua viva haga parte de mi vida?”

Si prestas atención en esta mujer samaritana, ella hace una pregunta: “ ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo del cual bebió él mismo, y sus hijos, y sus ganados?”

Estaba comparando al Señor Jesús con Jacob, que encontró el pozo, bebió del mismo, tenía hijos y ganado, quiere decir, familia y riqueza. Y es lo que a veces no admites con la boca, pero dentro de ti te preguntas: “¡¿Es Dios mayor que está pregunta que tengo, y que aquello que estoy buscando?! ¿Él sabrá lo que está dentro de mi y es mayor para verme, conocerme y saber lo que necesito? ¿Para sustentarme? Porque hasta ahora parece que Él no hizo nada… Hizo algo sutil, en el exterior, pero para lo mayor que tiene que ocurrir dentro de mi, no tengo esa confianza, entrega y palabras de decirle.”

Es justamente por esto, amiga internauta…. Tú no estás viendo a Jesús como Él es, sino que lo buscas con los ojos físicos; quieres encontrar en Él las mismas características que un ser humano, cuando el Señor Jesús es un Ser supremo que te conoce desde el vientre de tu madre y que sabe tu historia, mejor que tú misma.

Pero para que te encuentres con Él, tienes que indagar, buscar… ¡tener ese deseo de encontrar respuestas! Esta mujer preguntó al Señor Jesús, aunque no entendía nada. Como tal vez sea tu caso, que no entiendes como vas a hacer este Ayuno de 21 Días. Pero si hay un deseo ardiente, quemando dentro de ti por una respuesta y resultado, no aceptas ser la persona que has sido hasta hoy y rechazas tu vida de la forma que está… Incluso siendo bautizada con el Espíritu Santo, percibes que estás estancada: hablas de lo que ocurrió en el pasado, en las conquistas que obtuviste exteriormente, pero por dentro escondes quién verdaderamente eres… ¡entonces ha llegado el momento de resolver lo que más temías encarar!

¡En este Ayuno de 21 Días pon toda tu fuerza! Participa de las reuniones de la Iglesia, lee los artículos, entra en los Blogs, participa, date a conocer, escribe en un papel – en un cuaderno – cada día lo que has hecho delante de tu búsqueda del Espíritu Santo, en el deseo de encontrar el agua de la vida.

Estaremos aquí mañana, ¡no te lo pierdas! Deja registrados tus comentarios.