38º día – Jesús, la Fuente de Agua Viva

Viviane Freitas

  • 17
  • Jul
  • 2014

38º día – Jesús, la Fuente de Agua Viva

  • 17
  • Jul
  • 2014

Hola a todos los internautas. Y estamos en el 38º Día de nuestra Cuarentena.


¿Y tú? ¿Has permanecido estos días de forma constante?

Con el pasar de esta Cuarentena, meditando en la Palabra de Dios, me doy cuenta de que muchas personas hacen comentarios acerca de lo que ha pasado desde hace mucho tiempo. Y otras, dices: “¡Yo soy esta persona! Me identifico con este mensaje, porque estoy viéndome de esta forma.”

Existen diferencias, porque unos están viéndose actualmente, mientras que otros, mirar a lo que ocurrió en el pasado, y no para lo que están viviendo ahora. Y tú puedes decir: “Pero, yo hablo de lo que me ocurrió hace un tiempo, porque yo vencí mi pasado, y fui esa persona.”

Pero la Palabra de Dios se renueva día a día. Por ejemplo, cada vez que leo la Biblia, no es algo repetitivo, sino que siempre hay algo nuevo, que me hace ampliar la visión, recordar y tener más celo con la Palabra de Dios, practicar el temor, en mi día a día.

Me transmite discernimiento para actuar…

La Palabra de Dios es vida, pero depende de ti… Tal vez te sientas bien contigo misma, piensas que estás desarrollando interiormente, y toda Palabra para ti es más para informarte, no estás reflexionando y observando a través de la misma en tu día a día.

Por ejemplo, hablamos sobre murmurar: Entonces, debes vigilar constantemente, si, ante una “dificultad” murmuras o reclamas cuando alguien se aparta de la fe… Y repercute en tus pensamientos.

Aunque hayas vencido en el pasado, tienes que continuar luchando, hoy en día, y mañana también, guardando la Palabra de Dios, celando por ella, para cuando enfrentes momentos difíciles y seas tentada, te acuerdes, guardando y practicando lo que has aprendido.

Quiero que tú, internauta, uses tu inteligencia, porque fuimos formados a imagen y semejanza de Dios. No somos “burros”. ¡Sólo no volvemos asó cuando no queremos pensar! Tenemos está opción.

Pero a partir del momento que pienso, “ahora”, uso mi inteligencia hoy y no relativamente a lo que pasó. Entonces, cuando lo comento, hablo acerca de lo que está ocurriendo actualmente.

La Palabra de Dios llegó hasta ti, y ¿ahora? ¿Qué está ocurriendo en tu interior? ¿Qué ves?

“Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.

El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: «De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.

Pero El decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.” (Juan 7:37)

El Señor Jesús Se levantó el último día de la fiesta, y exclamó: “Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.” Tal vez, entre tantas personas, incluso entre amigos, en una fiesta con bailes, risas, conversaciones, aún así, no encajan. Les falta algo… tienen sed, y si tienen sed, ¡Jesús es el Único capaz de saciarlos!

Tú que haces los comentarios, si tienes sed de Dios, vendrás hasta Él y “beberás”. No tienes que dar las manos a nadie, u orar acompañada. Esto es independientemente de las personas. Cuando Jesús invita a beber del Agua de la Vida, se dirige a la propia persona, invitándola a llegar hasta Él.

“El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: «De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.”

Aquellos que creen en el Señor Jesús, como está escrito, tienen lo que dar, porque, cuando tienes sed, no dependes de terceros para saciarte o transmitirte una Palabra de fe, ¡sino que van directamente a Dios!

Acostumbro a decir a las personas con quien trabajo – esposas, pastores – que Dios quiere hablar directamente con nosotros, y no usar a terceros. Esto sólo ocurre cuando no van directamente a Dios, porque están tan ocupadas que no son sensibles a Su voz. Entonces, Dios tiene que usar a alguien que esté sensible para darles una dirección.

Cuando crees en aquello que está escrito, ¡ nunca más serás la misma!

Para todo problema, tendrás una solución, porque crees en Jesús, y ¡esta creencia habla de depender exclusivamente de Él! Te permite exponer lo que está pasando, trae a la existencia aquello que, tal vez, sólo seas consciente; te habla de desafiar tu fe, no te permite retroceder o tener miedo de enfrentar el problema, ¡sino que lo resuelves!

“Pero El decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir…”

Aquellos que creen, van a recibir el Espíritu Santo, y aquellos que no creen, se quedan para atrás. Y dirás: “Pero, yo creo Viviane… ¡¿Por qué todavía no he recibido el Espíritu Santo?!”

¿Sabes por qué?

Porque aún no te has entregado 100%.

“…porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado.”

Cuando existió sacrificio, yendo Jesús a la cruz, muriendo por ti y por mi, siendo fiel hasta el final, después de esto, ¡fue cuando Él fue glorificado!

Jesús fue fiel hasta el final, sin renegar, sin dudar, siendo un testimonio vivo, para nosotras. Sintió dolor por el sacrifico, y dijo: “Si es posible, pasa de mi este cáliz. Pero no vine para hacer mi voluntad, sino la del Padre.” Después de haber hablado con Dios, en el Jardín del Getsemaní, los soldados vinieron a Su encuentro y Él avanzó.

Preguntaban quién era Jesús, y Él respondió: “¡Yo soy!”. Al mismo tiempo que sentía el dolor, asumía la condición de sacrificar por mi y por ti, ¡glorificando al Padre!

Cuando estamos decididos a poner a Dios en primer lugar en nuestra vida, aunque sintamos mucho dolor, vamos hasta el fin. Es más, nos adelantamos para sacrificar.

Glorificamos a Dios con nuestro sacrificio. ¡No hay otra forma!

Jesús era el Hijo de Dios, tenía el Espíritu Santo, pero sólo fue glorificado cuando murió por nosotros; cuando consumó Su sacrificio. Así también, nosotros pasamos a tener la gloria de Dios cuando existe sacrificio en nuestra entrega. Cuando renunciamos a nuestro deseos, necesidades y también a nuestro “derecho” sea en relación a lo que sea…

Si tú crees, serás otra “Viviane” ahí en la ciudad, en el País, en la Provincia en la que te encuentras. No tratarás con pocas personas, sino que darás vida a muchas otras personas. ¡Es este el proyecto que quiero para ti! ¡Que revoluciones en el reino del diablo, para que el Señor Jesús sea glorificado y otras vidas tengan la salvación del Dios eterno y disfruten del Agua de la Vida!

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1 comentário

  1. Es esencial meditar en la Palabra de Dios, para poder entender cual es la voluntad de Dios para nosotros.
    Obedecer a la Palabra de Dios engloba muchos sacrificios, pero es necesario si queremos cambiar nuestra vida y glorificar-Lo.

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