35º Día – Incredulidad

Viviane Freitas

  • 14
  • Jul
  • 2014

35º Día – Incredulidad

  • 14
  • Jul
  • 2014

Para quien ha aprovechado está oportunidad, con certeza ha experimentado una revolución en su interior.


Pero hay los que están viendo la oportunidad pasar, y aún no la han agarrado. ¿por qué?

Porque en realidad sólo agarramos nuestra oportunidad, cuando aprendemos a no ser ansiosas, y cuando tenemos mucha “sed”; cualquiera que sea la palabra que oímos, sacamos provecho de ella.

La “sed” de Dios, está unida a una búsqueda incesante: Tus pensamientos están constantemente en el objetivo de estar cerca de Él, y esto es un beneficio para tu vida espiritual.

“Después de esto, Jesús andaba por Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos procuraban matarle. Y la fiesta de los judíos, la de los Tabernáculos, estaba cerca. Por eso sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea para que también tus discípulos vean las obras que tú haces. Porque nadie hace nada en secreto cuando procura ser conocido en público. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en El. Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, pero vuestro tiempo es siempre oportuno. El mundo no puede odiaros a vosotros, pero a mí me odia, porque yo doy testimonio de él, que sus acciones son malas. Subid vosotros a la fiesta; yo no subo a esta fiesta porque aún mi tiempo no se ha cumplido. Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea.” (Juan 6: 1- 9)

Muchas personas piensan que para afirmarse tienen que mostrarse delante de los demás. Cuando en realidad a quien debemos mostrarnos es solamente para Dios. Consecuentemente los demás verán lo que ha sucedido con nosotros.

No es lo opuesto: Mostrarse a las personas y después que Dios vea… ¡Está equivocada esa idea!

Sugirieron al Señor Jesús que ÉL realizase Sus hechos en algún lugar donde la población pudiese verlo, para, supuestamente, reafirmar Su 2llamado”. Pero no solamente el Señor Jesús, sino todos aquellos que están unidos al Padre, no tienen la necesidad de revelar a las personas quienes son en relación a Dios.

Y la revolución, una vez que acontece en mi interior, será de igual manera manifestada en la parte de afuera, a través de mis obras.

No hay preocupación, ansiedad, para que las personas vean, sino una entrega por mi parte, en transmitir la verdad que Dios me reveló y ha hecho en mi vida.

El Señor Jesús era odiado, porque testificaba al respecto de las obras malas de cada uno. Las personas son enfrentadas con la verdad, y todo aquel que está unido a Dios, hace justamente lo que hizo el Señor Jesús: Enfrenta lo que está mal y es injusto. Y, por eso, es odiado por el mundo.

El tiempo del Señor Jesús aún no había llegado, pero nuestro tiempo siempre está presente. Estamos teniendo la oportunidad de oro para cambiar, pero depende de nuestra participación.

¡Puede ser ahora! Estamos en el 35º Día, y tal vez has dejado tu oportunidad pasar, pero a partir del momento en que te ves y usas tu fe inteligente, te indignas, no te culpas, sino que tienes disposición para cambiar tu manera de actuar.

Tu tiempo está presente. Este es el tiempo de manifestar tu creencia y tu entrega.

Él está con los brazos abiertos, esperando que manifiestes la fe que está dentro de ti. Sólo falta llamar a la puerta, insistir y revelar tu entrega y tu disposición.

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