34º día – Discípulos que abandonan a Jesús

Viviane Freitas

  • 13
  • Jul
  • 2014

34º día – Discípulos que abandonan a Jesús

  • 13
  • Jul
  • 2014

“Como resultado de esto muchos de sus discípulos se apartaron y ya no andaban con El. Entonces Jesús dijo a los doce: ¿Acaso queréis vosotros iros también? Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios. Jesús les respondió: ¿No os escogí yo a vosotros, los doce, y sin embargo uno de vosotros es un diablo? Y El se refería a Judas, hijo de Simón Iscariote, porque éste, uno de los doce, le iba a entregar.” (Juan.6:66-71)

¡Realmente esto ocurre! Cuando hay un discurso, una predicación sobre sacrificio y renuncia, hay los que desertan. Como es el caso de muchos que estuvieron en el altar de la Iglesia Universal y lo abandonaron. Hicieron lo que está mal, mintiendo, robando, adulterando, y no lo confesaron. Engañaron, hasta ser descubiertos. Y personas que engañan, destacando su problema de carácter, dejan en evidencia que no asumen a Jesús: No quieren luz.

¿Te acuerdas de la luz que hablábamos al principio de la Cuarentena? La persona no acepta a Jesús, ¡porque Él es luz! Y quien está en la misma es transparente, no engaña, es verdadero. ¡No hay término medio!
No es perfecto, pero, no por eso traiciona, engaña y permanece a escondidas en el error.

Los que asumen la fe, quieren sacrificar y entregar su voluntad, exponen su desnudez, el error, su pecado vergonzoso, asumiendo la fe para liberarse de lo que es injusto, porque, ellos mismos no toleran su injusticia. Pero los que abandonan al Señor Jesús, quieren vivir continuamente escindiendo sus errores. No quieren asumirlos, comenzar desde el principio y pagar las consecuencias.

Pretenden ser vistos como personas de “Dios”, hablar de Él, pero con una vida injusta.
Con un pie en el infierno y poniéndose como “ovejas”, pero, en realidad siendo “lobos”. Permaneciendo en el engaño.
El Señor Jesús dijo a Pedro: “¿No os escogí yo a vosotros, los doce, y sin embargo uno de vosotros es un diablo?” Observa si las palabras del Señor Jesús son suaves… ¡No! Él fue directo. Y cuando hay predicación del Evangelio, que dice la verdad, es directa: “¡Tú mentiste, traicionaste, eres hijo del diablo!” No son mis palabras, sino la Palabra de Dios. El padre de la mentira es el diablo, entonces, quien miente, es su hijo.

Pero cuando oyes esto, te sientes ofendido y, cuando eres descubierto, sientes que es injusto, alegando que no tuviste una oportunidad… En realidad, cuando el problema es descubierto es porque la persona no lo expone, no fue sincera, ¡no quiso asumir la fe! Quiso el error. Esconderlo, conscientemente.
Y, aunque la conciencia la acusase, ignoraba la acusación, para hacer su propia voluntad.
Amiga internauta, debes tener mucho cuidado con quien tú eres, porque se trata de tu dignidad. Y, una vez manchada la dignidad, cuesta trabajo para reconquistarla: Tienes que ser humilde, comenzar desde el principio y someterte a todo el proceso por el cual todos deben pasar.

Pero, muchos, no quieren “pagar el precio”, abandonan la Iglesia, Jesús, porque prefieren la suciedad y defienden con “uñas y dientes” la injusticia, porque se deleitan en la misma.

“Jesús dijo a los doce: ¿Acaso queréis vosotros iros también? Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios.”

Pedro asumió que Jesús tenía la respuesta, sobre hablar de verdad, ser sincero, exponer su desnudez para obtener perdón, siendo humilde. Las palabras de Jesús le daban vida. ¿Adónde iría? ¡No deseaba la injusticia!
Observa que hay diferencia entre los oyentes de la Palabra de Dios. Y tú escoges, amiga internauta.
Haz tu elección, bien pensada, porque las consecuencias vendrán.
Un fuerte abrazo. Espero tu comentario.
Hasta mañana.

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*