31º Día | Ser El Testimonio

Viviane Freitas

  • 13
  • Feb
  • 2017

31º Día | Ser El Testimonio

  • 13
  • Feb
  • 2017

13 de Feverero | Lunes | Juan 12:37

“…Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo:
Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los
ojos, y entiendan con el corazón,

Y se conviertan y yo los sane. Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él..”

¿Qué debes hacer antes de oír el audio? Clicka aquí

Hola a todos los internautas es un placer estar aquí juntos en el blog. Y siempre es un placer oír y meditar en la palabra de Dios, pues no trae una mi amistad supuesta, sino que existe entre nosotros algo que viene de la fe. Que nos une y nos hace ser uno con Dios.

Acompaña conmigo El libro de Juan 12 :37

“…Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él; para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo:
Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?
¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor? Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; Para que no vean con los
ojos, y entiendan con el corazón,
Y se conviertan y yo los sane. Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él..”

Interesante, que incluso delante de tantas señales científicas, de milagros, en el cielo, en la tierra, en la naturaleza, y delante de todo lo que estamos presenciando nuestros días, incluyendo viendo que el amor se ha enfriado en casi todos… Delante de todo esto, están aquellos que van a la iglesia y no valoran las cosas más importantes, como su relación con Dios. Nosotros tenemos una reunión, en la mayoría de las iglesias universal del reino de Dios de todo el mundo, que es una reunión del apocalipsis, domingo a las 18 horas. Yo participé, participo, continuaré participando, mientras esta exista lo haré, ¿y por qué? Por qué me hace verificar mi fe, y tener temor delante de las señales que Dios muestra, acerca De la Iglesia del Señor Jesús

Muchos están «jugando» en la iglesia, por qué quieren hacer las cosas a su manera.

“Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él;…”

El Señor Jesús estaba aquí en la tierra, en comunión con Dios; y su proceder, sus actitudes, y manifestación de Fe, de poder, de comunión e intimidad con Dios, ¿no hablarían con las personas a su alrededor? ¡Es obvio que si!

A continuación verás, las características de una persona que no cree.

“…para que se cumpliese la palabra del profeta Isaías, que dijo:
Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?…”

Aunque la persona oiga la palabra de Dios y haga parte de sus milagros, eso no significa que cree, pues quien cree es aquel que tiene un compromiso con Dios.

Te voy a dar un ejemplo mío: cuántas veces estuve aquí hablando acerca de un mensaje que llamó mi atención, pero sobre del cual no había obtenido alguna revelación. Porque la revelación habla al respecto de aquello que estaba oculto a mis ojos, sobre algo que yo no tenía conciencia, que estaba practicando, y que no estaba haciéndome bien y era en contra de la fe… Y no es porque yo voy al iglesia o leo la biblia y medito, que me va a ser revelado… la revelación viene cuando existe una gran necesidad de mi parte, y yo insisto en la misma. ¡Es así que Dios me muestra!

Hablando de algo que yo ya abordé aquí en el blog, que no sé si tú tuviste la oportunidad de oírlo,… es acerca del orgullo. Cuando descubrí que estaba siendo orgullosa, fue porque estaba orando. Había oído por parte de mi madre, lo siguiente: “tú eres orgullosa”. Y sólo el hecho de ella haberme dicho eso, a mí ya no me gustó, me dije para mí misma: “Mi madre no me entiende; ella no sabe de lo que está hablando, porque ella no sabe lo que está aconteciendo dentro de mí, la fe que yo practico, y no me voy a justificar para ella.

En realidad quien estaba hablando ¡era mi yo! No era el espíritu Santo, no… y ni siquiera era consciente de mi error. Fue entonces que, en una vigilia, ya pasado algunos días después de ese haberme comentado esto, yo insistí en mi oración, en mi clamor, y dije: “Oh Dios, observa esta situación, mi madre dijo que yo era orgullosa, ¿como podría ser así y nunca haberlo observado? Yo quiero verlo… Yo quiero honrar a mi madre…”

¿Cómo que honrar a tu madre? Te preguntarás… ¡Sí! Normalmente nosotras decimos que queremos honrar a Dios, pero uno de los mandamientos nos orienta a honrar a nuestro padre y a nuestra madre. Y yo ya había hablado sobre esto en el blog, y me llamó mucho la atención, haciendo que yo guarde esta palabra como si nunca la hubiese leído antes.

Muchas veces tu lees, meditas y habla al respecto de ello, por causa de como guardaste aquello…Como si nunca fueras al olvidarlo. Pero también hay veces que lees teniendo solo apenas conciencia de aquello que has leído.

Yo había guardado ese versículo que me había llamado la atención, pero no de forma que yo pueda describir que era lo que yo estaba haciendo de errado.

Pero en aquella oración yo le dije a Dios: ‘’Yo quiero honrar a mi madre, yo quiero honrar Tu Palabra, quiero obedecer, pero para que yo obedezca, ¡yo necesito ver! Si yo no veo que soy orgullosa como mi madre dijo que yo soy, yo no voy a cambiar, y ¡yo necesito cambiar!” Mira mi ‘’pelea’’ con Dios, porque yo quería cumplir lo que estaba escrito. Cuando yo hablé así, yo lloré mucho en esa reunión. Creo que inclusive estaba de uniforme y ni me preocupé con mi cara toda manchada y las personas viéndome, toda roja por llorar, pero yo sé lo que hice con Dios… y así fue.

Pasaron unos días, me desperté de madrugada y Dios me mostró cómo yo era.

Por eso está escrito…

“¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?”

La revelación de la fuerza que tiene El Espíritu de Dios…

El me reveló y yo cambié, no porque dije ‘’Yo no voy a hacer eso porque está errado’’, sino que cambié sin hacer ningún esfuerzo, porque mi sacrificio allí, para cambiar, era la lucha que estaba teniendo con Dios. Aquella forma de orar y mi insistencia en hablar con Dios, mirar su palabra y querer cumplirla, era eso que estaba haciendo que yo sienta ese dolor, por aquello que yo había oído. No para defenderme, sino por aquello en que yo creía y ¡quería cumplirlo!

Entonces, la revelación de Dios no viene porque tu lees la Biblia, porque vas a la iglesia u oras, etc., pero tú tienes que buscar, tienes que colocar tu alma en ella, hablar con Dios, tener esa necesidad, sentir el dolor de no cumplir en aquello que tú crees. Y exponer eso delante de Dios, ¡ser sincera!

Hay veces, que muchas cosas que tú y yo pasamos, no se lo expresamos a Dios, no exponemos nuestro dolor… Y eso nos muestra, inclusive, una forma individualista de vivir, como se dijésemos: ‘’No necesito de Dios…’’

Siempre orienté a mis hijos, desde pequeños, que todo en lo que ellos tuviesen, problemas o necesidades, hablasen con Dios: ‘’Si tú tienes algún problema, si estás desesperado, sin nadie en ese momento, clama a Jesús, di: ‘’Jesús, Jesús’’…’’ Ellos eran niños aún. Y cuando volvieron conmigo, como adultos, continué diciendo lo mismo. Porque mi oración es mi diálogo y comunicación con Dios. ¿Y yo me comunico apenas pensando? ¡No! Yo me comunico hablando, expresando lo que yo soy, lo que descubrí, etc.

“..Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Cegó los ojos de ellos,…”

Y esto no se refiere a las personas que habían tenido la ‘’mala suerte’’ de ser escogidas para ser ciegas. No es eso… ¡Las personas eligieron no creer!

“Cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; …”

Se está refiriendo a las personas que escogieron quedarse ciegas y prefirieron endurecer su corazón. ¿Por qué? Puedes darte cuenta que cuando tu sufres traumas, abusos, o cualquier otro problema, lo normal es que acontezca lo siguiente: Te quedas con un ‘’caparazón duro’’, resistentes a cambios, porque crees que las personas quieren sacar provecho de ti, y por eso, como una auto-protección, tú te endureces. Pero Dios no creó tu corazón duro… Cuando eras bebé, no tenías el corazón de esa manera, pero los problemas fueron los que hicieron que se endureciese.

“Para que no vean con los ojos, …”

¿Te acuerdas cuando di mi ejemplo, que yo no veía mi situación? Dios hasta permitió que esto acontezca, para que yo entendiese a otras personas y yo me sintiese ‘’ importante’’, en fin, Él permite que descubramos nuestros errores, para que seamos como el trigo, que es inclinado, para que estemos inclinados a Él y nos sometamos a Su Voluntad, sabiendo que nuestra manera no es lo correcto y necesitamos depender de Dios.

“…y entiendan con el corazón,…”

En el corazón es donde se nutren los sentimientos, pero cuando comprendí en mi corazón ¡Hubo revelación! Conseguí ver que mis sentimientos no fueron a mi favor, y que yo estaba equivocada.

“Y se conviertan y yo los sane…”

¡Lindo! La conversión no es hecha por Dios, si no que soy yo quien me convierto y Él es el que me cura.

‘’Isaías dijo esto cuando vio Su Gloria y habló de Él’’

Isaías habló de ello, porque cuando entendemos lo que es el corazón endurecido y la ceguera de los ojos, no vemos con los ojos físicos, si no que vemos con los espirituales. Existe una creencia, y esta no es palpable, no se ve, sino que está en el interior y viene cuando buscamos la verdad y la justicia de Dios.

Amiga internauta, creo que ya hablé bastante, pero así tú sabes un poco de mí y yo lo comparto contigo sin vergüenza, sin miedo, ¿Por qué? Porque lo que está dentro de mí nadie lo quita, porque fue Dios quien lo construyó, revelándome esa verdad, esa creencia.

Yo alabo y agradezco a Dios, porque hay tantas personas en este mundo, en las iglesias, que dejan que su oportunidad pase…

Yo espero que tú puedas creer y ver.

Observa lo que significa ‘’No creer’’

Tener ojos ciegos para no ver, para no repararme y corregirme, sino que continuo haciendo las cosas a mi manera; es endurecer el corazón, no comprendiéndote con el mismo; no convertirte y no ser curado.

Voy a dejarte que pienses, y que disfrutes de este momento con Dios y pueda aprovechar tu oportunidad.

Un fuerte abrazo para abrazo y hasta la próxima.

Dejar un mensaje

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*